Inicio Cosas que pasan Sonda japonesa pierde contacto con robots enviados al asteroide Ryugu

Sonda japonesa pierde contacto con robots enviados al asteroide Ryugu

Los pequeños rovers parecen haber llegado a su objetivo, sin embargo aún no se sabe si están sanos y salvos en la superficie del asteroide.

Última foto enviada por la sonda, a 135 metros sobre la roca espacial.

Los minirobots MINERVA-II1A y MINERVA-II1B se separaron de su nave madre Hayabusa2 a las 12:06 a.m. EDT (0406 GMT) de hoy 21 de septiembre y se dirigieron rumbo a su objeto de estudio, el asteroide Ryugu. El equipo de la agencia espacial japonesa (JAXA) confirmó el éxito de la operación y estableció una breve comunicación con los rovers para luego perderla.

«La comunicación con los MINERVA-II1 se ha detenido. Esto se debe probablemente a la rotación de Ryugu, lo que hace que los robots se encuentren en el lado oculto del asteroide. Actualmente estamos trabajando para confirmar si hay imágenes que capturaron el aterrizaje», escribió el equipo de Hayabusa2 en la cuenta oficial de Twitter.

No obstante, estar aislado en el lado oculto es solo un contratiempo temporal. Los 900 metros de Ryugu completan una rotación cada 7.5 horas, por lo que el dúo robótico debería ser detectable muy pronto —si no es que ya—, reporta el sitio Space.com.

Recreación artística de los rovers MINERVA-II1A y MINERVA-II1B.

Recreación artística de los rovers MINERVA-II1A y MINERVA-II1B.

Por el momento no se puede asumir que todo salió bien. Aterrizar un artefacto en un asteroide a 300 millones de kilómetros de la Tierra es una tarea complicada, no solo por la distancia, sino también por el débil empuje gravitacional. Basta recordar lo que sucedió con el aterrizador Philae desplegado por la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea en el cometa 67P.

Saltando en un asteroide

Los robots MINERVA —cuyo nombre son las siglas para Micro Nano Experimental Robot Vehicle for Asteroid— están diseñados para «saltar» en la superficie del asteroide, dado que la exploración tradicional no funciona bien en ambientes con poca gravedad. Un corto giro de una rueda podría mandar al robot al espacio, por lo que saltar será la única opción.

Estos saltos serán pronunciados, con una duración de 15 minutos y cubriendo una distancia aproximada de 50 metros cada uno.

El «II» en el nombre de los robots es en honor a sus predecesores lanzados con la primera misión Hayabusa que llegó al asteroide Itowa en 2005. Los MINERVA originales fallaron en aterrizar en el objetivo.

Esto solo es el principio

La misión de Hayabusa2 consta de varios pasos, así que si los MINERVA-II1 fallaron en aterrizar habrá un respaldo o consuelo. A principios de octubre, el orbitador despachará un aterrizador más grande llamado MASCOT (Mobile Asteroid Surface Scout), y otro robot saltador, MINERVAII2, está programado para ser lanzado a la superficie el próximo año.

Asimismo, también en 2019 la nave madre enviará un impactador (no-explosivo) hacia Ryugu con el objetivo de crear un cráter del cual extraer muestras prístinas de material subsuperficial. Posteriormente, para 2020, este valioso material será traído a la Tierra en una cápsula de retorno especial.

De esta manera, los científicos estudiarán el polvo y gravilla cósmica de Ryugu en búsqueda de pistas sobre la historia primigenia del sistema solar y el rol que asteroides ricos en carbono como este han jugado —eónes atrás— en la entrega de los bloques de la vida para nuestro planeta.

Fuente: Space.com.