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Viróloga publica un estudio donde afirma que el coronavirus fue creado en laboratorio

Li-Meng Yan, una científica de Hong Kong que huyó a Estados Unidos en abril, señaló que el virus SARS-CoV-2 podría haber sido creado durante un período de solo seis meses, ya que «muestra características biológicas que son inconsistentes con un virus zoonótico natural».

Dra. Li-Meng Yan.

Debido a las amenazas de muerte que recibió, tuvo que exiliarse y refugiarse en Estados Unidos, donde ha trabajado durante los últimos meses junto a otros científicos compatriotas exiliados para probar sus afirmaciones. Hace unos días ya avisó de que presentaría pruebas que demostrarían que el coronavirus salió de un laboratorio. Unas evidencias que ahora han salido a la luz.

La doctora Li-Meng publicó sus conclusiones en Zenodo, una plataforma digital de acceso libre. El artículo de 26 páginas, realizado en coautoría de otros tres médicos, se titula: Características inusuales del genoma del SARS-CoV-2 que sugieren una modificación de laboratorio sofisticada en lugar de la evolución natural y la delimitación de su ruta sintética probable. El trabajo aún no ha sido revisado de forma independiente por pares.

En el estudio, se sugiere que el nuevo coronavirus podría haber sido «creado convenientemente» dentro de un laboratorio durante un período de solo seis meses.

Las evidencias

Para sustentar su teoría de que el SARS-CoV-2 fue fabricado de manera artificial, los científicos se apoyan en «tres líneas de evidencias».

En primer lugar, afirman que «la secuencia genómica del SARS-CoV-2 es sospechosamente similar a la de un coronavirus de murciélago descubierto por laboratorios militares de la Tercera Universidad Médica Militar de Chongqing en China y el Instituto de Investigación de Medicina del Comando de Nanjing, también en China».

La segunda evidencia establece que «el motivo de unión al receptor (RBM) dentro de la proteína Spike del SARS-CoV-2, que determina la especificidad del huésped del virus, se parece al del SARS-CoV de la epidemia de 2003 de una manera sospechosa. La evidencia genómica sugiere que la RBM ha sido manipulada genéticamente».

Por último, los científicos explican que el «SARS-CoV-2 contiene un sitio de escisión de furina único en su proteína Spike, que se sabe que mejora enormemente la infectividad viral y el tropismo celular». Este sitio de escisión, que «se halla completamente ausente en esta clase particular de coronavirus que se encuentran en la naturaleza», por lo que puede que «no sea el producto de la evolución natural y podría haberse insertado en el genoma del SARS-CoV-2 artificialmente».

La principal conclusión que Li-Meng y su equipo sacan de su investigación es que el nuevo coronavirus que provocó la pandemia es «un producto de laboratorio creado utilizando los coronavirus de murciélago ZC45 y/o ZXC21 como plantilla».

«La proteína S habría sido manipulada artificialmente, después de lo cual el virus adquirió la capacidad de unirse a ACE2 e infectar a los seres humanos», precisan para después añadir que «estas transformaciones han llevado a que el virus del SARS-CoV-2 se convierta eventualmente en un patógeno altamente transmisible, de aparición oculta, letal, sin secuelas claras y masivamente disruptivo».

Censura en la comunidad científica y en los medios

La mayoría de la comunidad científica internacional avala la teoría de un origen natural del virus y descarta que fue producido por seres humanos en un laboratorio. Sin embargo, la sospecha sobre su artificialidad —censurada en las redes y plataformas digitales a más no poder— casi estuvo presente desde el principio, sobre todo teniendo en cuenta que el lugar de origen, Wuhan, tiene uno de los laboratorios biológicos más importantes de China.

Sin embargo, según Li-Meng «la teoría del origen natural, aunque ampliamente aceptada, carece de apoyo sustancial».

Instituto de Virología de Wuhan.

La científica afirma que la gran mayoría de sus colegas rechazan la teoría de un virus creado en laboratorio porque «está estrictamente censurada en revistas científicas revisadas por pares». No obstante, asegura, «el SARS-CoV-2 muestra características biológicas que son incompatibles con un virus zoonótico de origen natural».

Li-Meng concluye que hace falta una investigación independiente sobre estos laboratorios, algo que también ha sido solicitado por varios países hace unos meses para establecer el nivel de responsabilidad —o irresponsabilidad— de China y la Organización Mundial de la Salud.

El gigante asiático ha sido acusado de encubrimiento —lo que incluye la desaparición de personas— y la OMS de negligencia por omitir advertencias de Taiwán y permitir que una epidemia se convirtiera en pandemia.

Fuente: Infobae/AS. Edición: MP.