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Albert Solà, presunto hijo del Rey Juan Carlos: «Hasta que nació el Rey Felipe, yo fui un as en la manga para la sucesión»

Albert Solà fue adoptado a los 8 años por una pareja de payeses de un pequeño pueblo de Girona. Sus recuerdos anteriores le llevaban a Barcelona, donde rememora una vida en un lugar que dice que podría ser el Palacio de Pedralbes. Al hacerse mayor y querer indagar sobre quiénes eran sus padres biológicos se llevó varias sorpresas. Había cosas que no cuadraban y otras que podían hacerlo perfectamente si era el hijo de alguien importante.

Finalmente llegó a la conclusión de que era hijo natural del Rey Juan Carlos, lo que le llevó a caer en una depresión y a iniciar un camino judicial para un reconocimiento que no ha llegado. Para contar su historia ha publicado el libro autobiográfico llamado ‘El Monarca de La Bisbal’, que es como se le conoce en La Bisbal d’Empordà, localidad en la que reside. Con ese motivo concedió una entrevista a Bekia en la que no se deja nada en el tintero.

Bekia: ¿Por qué has escrito este libro?

Albert Solà: Para causar polémica. Vino la editorial a verme desde Barcelona y me propusieron que escribiera mi autobiografía. Yo era reacio, pero fueron muy amables, se portaron muy bien conmigo y viendo la editorial que era, me decidí. El libro puede marcar un antes y un después, pero no contra mí.

B: ¿Qué reacciones crees que puede provocar tu autobiografía?

A.S: Nada en mi contra. Depende de la presión que se haga, pero este es un libro único, no va a salir otro igual, como hijo de Rey… en fin. En este libro sale todo, se ven todos los entramados desde que nací hasta el día de hoy.

B: ¿Se van a leer el libro en La Zarzuela? ¿Qué piensas que les parecerá?

A.S: No lo sé, pero que saben de su existencia, eso seguro. Voy a romper una lanza en favor de mi padre. Él siempre ha sabido que estoy, a la sombra era protegido y creo que no he sido un niño buscado, pero sí deseado porque todo lo que ha pasado en mi vida desde que nací, no fui un niño abandonado. Hay que tener en cuenta que eran muy jóvenes, Juan Carlos tenía 18 años y mi madre biológica también. Al final todo era decisión de los abuelos, a lo mejor contra su voluntad, pero eran los abuelos los que mandaban cuando mis padres eran jóvenes y también intervino Franco en mi vida.

B: En el libro dice que se te dieron cierto privilegios y que te sentiste como una especie de comodín. ¿Comodín para qué?

A.S: Por lo que yo he visto a mi alrededor y la información que yo tengo. Primero porque era varón, Franco ya tenía pensado que en el futuro Juan Carlos iba a ser Rey. Luego nació Felipe, pero era pequeño, pero me imagino que fui un as en la manga. Una vez Felipe ya era mayor de edad, eso se fue desvaneciendo, pero no quitó la vigilancia hacia mí, que alguien pasaba informes y cuando entras en dependencias oficiales y ponen el nombre en el ordenador, hay un cambio. Creo mi familia materna se enfrentó con Franco. Ellos financieron a Franco junto a la Banca March. Mi familia materna parten de lo que antes era la Caja de Barcelona. Es cierto que antes ser madre soltera era un tabú…

B: ¿Te has sentido engañado?

A.S: El único engaño que tuve fue cuando fue de México a España y no pude regresar. Es lo que más me duele.

B: ¿Por qué tu familia materna puso tanto empeño en mantenerte oculto? ¿Por qué crees que te dieron en adopción una pareja de agricultores y no por ejemplo a una familia de clase alta?

A.S: Creo que para ocultarlo todo.

B: ¿Por que quisiste saber quiénes eran tus padres biológicos? ¿Te lo reprocharon los adoptivos?

A.S: Nunca se tocó el tema de la adopción en mi casa. Si yo hubiera sido adoptado muy pequeño, no tendría los recuerdos que yo tengo. Ese fue un grave error porque si a mí me adoptan de pequeño y de Ibiza me llevan al campo, no hubiera pasado nada, porque yo de Ibiza no me acuerdo. Tengo un amigo que fue adoptado y como no tiene recuerdos de nada no ha querido buscar a nadie ni ha tenido aspiraciones de nada. Pero yo sí, a mí me adoptaron a los 8 años.

B: Le llevan a Ibiza, luego a Barcelona…

A.S: A mí me dijeron que estuvo en el Palacio de Pedralbes. No he ido nunca a verlo, no soy de ir a ver monumentos… Pero sí me acuerdo de una gran escalera curvada de obra muy bonito, muchos árboles, un jardín muy grande y una casa también muy grande. Me levantaban, me llevaban a la cocina para desayunar, luego me llevaban al primer piso y tenía un cuarto con juguetes. A la hora de comer y comíamos en un salón comedor y luego jugaba por la casa o fuera.

B: ¿Por qué crees que te sacaron de allí y optaron por arte en adopción con 8 años?

A.S: Creo que me tuvieron en Barcelona porque aún no habían tomado una decisión, porque cuando tomaron la decisión, hasta donde yo sé, encontraron rápido a una familia. Aquí intervinieron dos personas, el principal era el dueño de la masía de mis padres, que se llamaba Jaime Vilahur, y Narcís de Carreras, que fue presidente del Barça y de La Caixa. De Carreras tenía una casa en La Bisbal y conocía a Vilahur, y en una comida de Carreras comentó a Vilahur que tenía un problema porque tenía a un niño y quería darle a una buen familia. Vilahur respondió que tenía a la familia correcta, que eran mi padres. La adopción fue así y la firmó Carmen Polo de Franco. Estoy a punto de tener esas cartas en mis manos, y las tiene una descendiente de Narcís de Carreras.

B: ¿Tus padres sabían la verdad?

A.S: Mi padre, mi madre no lo sabía. Cuando dije que mi padre era el Rey Juan Carlos, mi padre adoptivo ya había muerto en 1988. Ella me dijo que ahora entendía por qué me habían dado en bandeja, sin problemas. Es más, ellos fueron ni a Barcelona a firmar. Para mí moral y humanamente estoy muy agradecido por la adopción, pero legal, legal no fue.

B: ¿Ella no se preguntaba de dónde salía cierto dinero que llegaba a la familia?

A.S: Nunca he tocado ese tema. A mí lo que me duele es que si había dinero para mí, ¿por qué no había dinero para ellos? A eso le he dado muchas vueltas.

B: ¿Volvería a presentar una demanda de paternidad contra el Rey Juan Carlos?

A.S: Yo puedo volver a iniciar una demanda judicial aquí en España porque no ha habido sentencia, tengo el camino abierto. Tengo abogados que me dicen que lo haga. De momento quiero que salga el libro… soy una persona fácil de convencer.

B: ¿Crees que alguna vez será reconocido?

A.S: Si el Rey Juan Carlos no hubiera tenido más hijos, puede reconocer a uno y no pasa nada. Yo no sé lo qué ha hecho él en la vida real. Han salido muchos diciendo que son hijos del Rey Juan Carlos.

B: Le daría miedo que se abriera una puerta a que aparecieran más hijos ilegítimos. De hecho has contado que te constaba que había otra hija…

A.S: Sí, Paola. Yo para mí, Paola es hija de Olghina de Robilant y del Rey Juan Carlos. Yo la reconozco como hermana. Que yo sepa vive en Estados Unidos y no tenemos relación. No suelo buscar a hermanos…

B: ¿Has vuelto a saber algo de Ingrid Sartiau?

A.S: Estaba desaparecida, pero es curioso que ahora que se está promocionando el libro me está siguiendo en Instagram, pero no me dice nada. No estamos peleados ¿eh?.

B: ¿Crees que Ingrid Sartiau no era hija del Rey Juan Carlos?

A.S: Yo no lo sé. Yo sé que según las pruebas de ADN somos hermanos de padre o de madre, pero no puedo decir nada más.

B: ¿Quién le llamaba de La Zarzuela?

A.S: No lo sé, sé que me llamaban de La Zarzuela. Siempre era un señor muy educado, no sé si era el mismo o no. Yo diría que era mayor, por la voz. La primera vez que me llamaron fue cuando se me cayó el teléfono. Fue después de haber enviado mi primera carta. Me vuelven a llamar y dije que me llamaran más tarde, que no era yo. Una amiga mía lo cogió por mí después y le preguntaron sobre la carta que habían recibido. Mi amiga respondió: «Pregunten usted a Su Majestad, que esa carta está firmada por su hijo». No se enfadaron ni nada… A partir de ahí, un mes después, empiezan a llamarme. Me preguntan si estoy bien, pero algo escueto, no conversación. Fue recibiendo llamadas en diferencias épocas.

B: ¿Las sigues recibiendo?

A.S: No, a partir de la diez o la once o la doce dejaron de llamar. Yo mandaba cartas, más de 80 he mandado.

B: ¿Por qué se cortó esa comunicación y en qué año dejó de recibir llamadas?

A.S: No tengo ni idea. La primera carta se la mandé en el año 2001 o 2002, que fue cuando un juez me dijo: «Su padre es el Rey, Juan Carlos de Borbón y Borbón». Ahí cogí una depresión y me fui 8 meses a vivir a Girona para que mi madre no se diera cuenta de lo que me pasaba. A mí cuando un juez me dijo que mi padre era el Rey Juan Carlos sufrí una depresión, pero por él como persona, sino por lo que representaba. Me vinieron todos los recuerdos… lo pasé un poco mal, no lo voy a negar. A partir de ahí empecé a escribir cartas, las conservo todas. Cuando murió Erika Ortiz le mandé una carta dándole el pésame para que se lo diera a mi hermano, cuando Felipe se comprometió con Letizia, cuando se casaron, cuando Marichalar tuvo su problema de salud. Hay otras que son duras… pero en la última le avisé y le dije que jamás le iba a volver a enviar más cartas: «Sepa padre que lo voy a demandar judicialmente», le dije. Fue en 2011 o 2012.

B: ¿Qué le decía en las cartas duras?

A.S: En la más dura le dije que era un egoísta, un enfermo del poder, un avaricioso y qué podían esperar los españoles de un Rey que no hace caso a un hijo… eso fue lo que le dije.

B: ¿Cree que esas cartas le llegaban a él?

A.S: Cuando abdicó, su despacho pasó de La Zarzuela al Palacio Real. A mí me llamó un señor y me dijo que si tenía para apuntar, y me dio el fax personal del Rey Juan Carlos en el Palacio Real.

B: ¿No has vuelto a sentirse tentado a enviarle algo? Por ejemplo para avisarle de la publicación de este libro…

A.S: No. Desde la última carta, nunca más. Una vez le mandé una carta por un tema de salud de mi madre adoptiva y curiosamente al cabo de un mes recibo una carta con el escudo de la Casa de Su Majestad el Rey y paquete azul, la abro y pone: «En respuesta a la carta recibida el 27 de abril y despachada por Su Majestad y de acuerdo a las instrucciones de Su Majestad». La han visto más de 12 abogados, comparando ya la que yo escribí con la que él me mandó. Si yo no hubiera sido su hijo no me hubiera contestado.

B: ¿Qué le decía en esa carta?

A.S: En esa carta despachada por Su Majestad me decía que como mi madre tenía demencia senil, él dio instrucciones para que llegaran a la Generalitat para que pudieran darle plaza en un geriátrico.

B: ¿Cree que Casa Real le tiene miedo por sus revelaciones?

A.S: Yo creo que no, pero cuando volví a España y ya no pude volver a México algo pasó. Los últimos meses ya se tejía algo en México, esas dos personas que se interesaron por mí, uno de ellos hijo de un embajador y el otro trabajaba con Carlos Slim y a partir de ahí vino un señor de Madrid a México… algo pasaba. Estando ya en España e independientemente del CNI, que no entra hasta 2007, sí hubo mucho movimiento de personajes. Notábamos cosas, incluso había gente que lo veía, y eso sí me daba un poco de temor. Me imagino que era una forma de controlarme hasta que vieron que yo estaba tranquilo, aunque en México yo no hice nada contra él. Yo no sé si el problema es por parte de la madre biológica, porque en el libro hablo de una tercera madre. Hay 42 documentos muy comprometidos y yo creo que la Diputación de Barcelona, o alguien, se dio cuenta de lo que hicieron y fue cuando mi mujer recibió la llamada para que me dijera a mí que la señora Josefa no era mi madre biológica. Si no pasa esta llamada, no estaríamos hablando ahora porque no hubiera hecho nada.

B: ¿Entonces fue la aparición de su falsa madre biológica la que le hizo actuar?

A.S: Me sentí dolido y traicionado. ¿Cómo me ponen la madre que no es? No me cuadraba, pero si me lo decía la autoridad… Yo lo daba por bueno. La que era entonces mi mujer me decía que esa persona no era mi madre, pero yo me encerré en mí mismo y acepté que Josefa era mi madre. En 1995 ya había dado carpetazo, pero mi mujer recibe una llamada y me llamó a mí a la oficina. Ella era de carácter fuerte y terca y me gritó: ¡Te lo dije!. En 1998 inicié la maquinaria investigar todo a fondo.

B: ¿Cuál y cómo ha sido su relación con el CNI?

A.S: El CNI no me vino a buscar. En un bar de noche me encontré con Joan Laporta y aunque no soy de pedir fotos a famosos, un amigo me dijo que fuera con él. El que hacía fotos, que era un señor mayor… me da una foto para él y otra para mí y nos la cobra. Yo iba contentillo y le dije a la mujer del fotógrafo: «Señora, ¿sabe quién soy? Soy hijo del Rey». Ella me contestó que si yo era hijo del Rey, ella era la Virgen María vestida de blanco. Viene su marido, ella se aparta y habla con él. El fotógrafo me mira de arriba abajo, me hace otra foto que no me cobra y me pide el teléfono. 8 meses después me llama y me dice quién es, me quiso ver rápido. Nos vimos al día siguiente y empezó a sondearme y al cabo de unos 15 días me saca una placa y unos papeles y me dice que está jubilado pero que estuvo en el CNI y estuvo en aquella discoteca en la que me vio para capturar a un mafioso. A partir de ahí me presenta al director del CNI en Barcelona que estaba en activo. Ahí hago una renuncia a la Corona grabada y una vez que el director llama a Madrid, pide algo para tener ADN del Rey Juan Carlos. Consiguieron un vaso que le trajeron los servicios secretos, aunque no pudieron asegurarle que fuera del Rey Juan Carlos. Salió positivo en un 99,99%, pero en el ADN ponía individuo A y B, nada de nombres.

B: ¿Qué sentiste la primera vez que viste al Rey Juan Carlos?

A.S: Me impresionó.

B: Pero en aquel momento no habías descubierto tus orígenes y no podías imaginártelo…

A.S: No, nada. Pero me impresionó porque es muy alto e imponía mucho. Yo estaba en primera fila y ahora entiendo por qué. Yo no tenía que estar ahí porque no ensayé para eso, para tocar ante el Rey Juan Carlos con mis compañeros de mili.

B: ¿Qué crees que tienes de Borbón?

A.S: La gente dice que si la nariz… ojos azules hay muchos en Europa. Las entradas sí, como Felipe. Lo que sí me dice la mayoría de la gente es que me parezco a Alfonso XIII.

B: ¿Y en cuanto al carácter?

A.S: Periodistas, gente del CNI y civiles que han conocido al Rey Juan Carlos me han dicho que tengo gestos que o he vivido toda la vida con él o realmente soy hijo. Los gestos y todo lo que hago, incluso miradas me dicen que igual que él. Dicen que es bromista y yo soy muy bromista.

B: ¿Te sientes orgulloso de ser un Borbón y de ser hijo del Rey Juan Carlos?

A.S: Ni orgulloso ni no orgulloso. Es lo que me ha tocado, lo que me dijo un juez. Los padres son los que nos tocan y no podemos protestar.

B: ¿Te gustaría tener relación con la Familia Real y la Familia del Rey?

A.S: Sí, no lo voy a negar, pero ya no doy un paso más.

B: ¿Con quién cree que te podrías llevar mejor?

A.S: Ahora está chocheando, pero creo que con mi padre. Creo que es el más abierto.

B: ¿Por qué dices que está chocheando?

A.S: Lo digo porque le veo con el bastón, le veo mayor y ha tenido una vida… ha hecho de todo.

B: ¿Crees que te llevarías bien con el Rey Felipe y las Infantas Elena y Cristina?

A.S: Sí, por lo que veo en televisión o en revistas, Felipe parece muy serio. Creo que su carácter tira más a la madre.

B: ¿Le gusta la Familia Real?

A.S: Ninguno me cae mal. Al no conocerlos no tengo una opinión. Las dos Infantas son mis hermanos, Felipe es mi hermano y sus parejas son mis cuñados.

B: Iñaki Urdangarin es su cuñado…

A.S: Sí… Creo que ahí se equivocaron muchísimo.. El Rey Juan Carlos le tuvo que decir que no tenía necesidad de hacer esto. En una carta le dije a mi padre que un silencio corto es bueno, pero un silencio prolongado puede volverse en contra. La Casa Real en aquel momento jamás se pensaba todo lo que pasaría después. No miraron nada, no calcularon… luego él cometió el error de ir a África con Corinna y fue todo para abajo.

B: ¿Crees que Juan Carlos I ha sido un buen Rey?

A.S: Creo que no ha sido un mal Rey, pero en los últimos años… Todo pasa factura.

B: ¿Crees que Felipe ha sido un buen Rey?

A.S: Es un hombre muy preparado, pero le falta la chispa del padre. Si tuviera esa chispa caería mejor y más simpático. Como hermano se lo diría a la cara.

B: ¿Por qué no te hubiera gustado ser Rey?

A.S: Lo primero es que no fui educado. Segundo, nunca traicionaría a un hermano, aunque no le viera en la vida. tercero, tengo carácter, pero no tengo la vocación. Sumando todo esto es un no rotundo.

B: ¿Es usted monárquico o republicano o indiferente?

A.S: Antes sí me gustaba el Rey. Desde México decía que teníamos un Rey muy bueno y alegre, pero cuando me tocó a mí vivir esas odiseas y los declives… cada vez soy menos monárquico.

B: ¿Te arrepientes de algo en la vida?

A.S: Sí, con la mano en el corazón te digo que habré cometido errores, pero el peor es haber iniciado el camino de donde yo venía. Es el mayor arrepentimiento que tengo. Habría sido más feliz. No aspiraba a todo eso. Desde aquel día de 1982 que fui a la maternidad por primera vez, ojalá hubiera pasado algo y no haberte enterado de nada.

B: ¿Has tenido una vida feliz?

A.S: Sí. Desde que tengo uso de razón, en mi infancia, mi juventud y en general en mi vida he sido feliz.