Amanda Bynes lleva unos años en los que sus apariciones públicas no son frecuentes. Desde que intentara recuperarse de sus adicciones y estudiar diseño, su vida ha sido discreta, si bien es cierto que en junio confesó que le gustaría volver a actuar porque lo echa de menos. Este fin de semana ha vuelto a ser fotografiada con algunos kilos más, el cabello rubio y más largo y ropa ancha. La artista, de 31 años, fue pillada haciendo algunos recados el sábado en Los Ángeles –aquí podéis ver una de esas imágenes.
Además de haber ganado unos kilos, Amanda se dejo ver sin rastro de maquillaje y con un vestuario informal que acompañaba con un bolso negro de Chanel. En su jornada de compras, estuvo acompañada de su terapeuta, Joy Stevens. Compró cereales y también decoración para Halloween. En un momento dado se sintió incómoda ante la presencia de los paparazzi y se tapó la cara con las manos.
Esta es su primera salida en los últimos tres meses. En junio, afirmó en su primera entrevista en cuatro años que estaba sobria y que quería volver a actuar. “Echo de menos actuar y te voy a decir algo sorprendente, voy a comenzar a actuar de nuevo”, explicaba y añadía: “Quiero hacer televisión. Quizás unas pocas apariciones de estrella invitada en algunas series de las que soy seguidora y quizás algún show en el que sea protagonista”.
Además se ha rumoreado que Amanda ha puesto a sus padres en su “lista negra” y quiere relanzar su carrera sin que su madre y padre, Rick y Lynn, estén involucrados de ninguna manera. “Rick y Lynn están completamente rotos. Ellos siempre estuvieron allí lidiando con las extravagancias de Hollywood que arrastraron a su hija y la destrozaron”, cuenta una fuente a Radar Online y apunta: “Ella está increíblemente resentida con los suyos”.
Vía | Aceshowbiz
