Anabel Pantoja perdía ayer los papeles en Sálvame y decidió apostar por el insulto, la descalificación y el ataque directo a Belén Esteban.
Anabel Pantoja perdía ayer los papeles en Sálvame y decidió apostar por el insulto, la descalificación y el ataque directo a Belén Esteban. Todo sucedió cuando una redactora del programa decidía llamar a la antedicha para que entrase en el programa vía Skype.
Su respuesta fue «No está estipulado en mi contrato que yo tenga que entrar en esta guerra entre madre e hijo, porque después la perjudicada en este asunto soy yo. Por 600 euros no me compensa. Si no lo comprenden tienen un problema. Yo quiero tener una vida tranquila. Si me quieren echar, que me echen. Si es así es porque soy un número para ellos, un pedazo de carne, y eso me daría pena pero sé que es así. Si no me entienden que me echen de la productora».
Trincar 600 euros por hablar 30 minutos bien lo quisiéramos muchos, pero por si el anterior ejercicio de cinismo fuera poco, decidía añadir a sus declaraciones las siguientes perlas, «sois unos hijos de put*. Los colaboradores me dieron hasta en el cielo del paladar, porque las hostias que le quieren dar a Isabel Pantoja o a Kiko me las dieron a mí. Tengo el peroné partido, estoy mal, a mí esto no me viene bien. No quiero entrar».
Cuando entró, poderoso caballero Don Dinero, lo hizo arremetiendo contra Belén Esteban. «Cuando se habla de la hija de Belén Esteban, no se habla» indicaba comparando el caso de Andrea Janeiro, que sigue siendo una chica que no ha entrado en este mundo, con el de su primo Kiko Rivera, que ha trincado todo lo que ha podido.
Belén le respondía, con acierto, «Estoy muy disgustada. Mi hija no se dedica a esto y a mi hija no se la nombra. No le voy a decir nada porque yo no voy de superamiga ni nada pero yo a Anabel la quiero mucho. Me he llevado un superdisgusto, pero de mi hija no. Ni tú ni nadie porque ella no se dedica a esto. Me ha dolido que esto venga de ti».
La puntilla se la dio Mila Ximénez diciéndole «A mí, no me parece meritorio que tú no quieras hablar de tu familia. Creo que tiene más mérito hablar con tu familia, mucho, y callártelo. Tú tienes un problema con tu pierna y no quieres disgustos, ¿y tú sabes que yo tengo un tumor y ayer llamé a tu tía para saber cómo estaba? Y jamás he utilizado una llamada ni contra tu tía ni contra tu familia. Así que no nos pongamos medallitas. Soy una colaboradora que puedo hablar de cualquier cosa, y mis directores saben que yo tengo estas conversaciones y nunca me han puesto una pistola pidiéndome que cuente las cosas». Kiko Hernández le dio el tiro de gracia cuando le recordó que había criticado a sus suegros. Entonces comenzó a llorar y a decir lo mal que está por tener la pierna escayolada. Habrá que ver si el programa la despide o no tras semejante actitud.
