La pandemia por coronavirus ha dado al traste con muchas cosas, ha roto sueños y nos ha arrebatado nuestro bien más preciado: la libertad. Prácticamente todas las personas han sufrido sus efectos de una manera o de otra. En el caso de Anabel Pantoja vio cómo imposibilitaba la celebración de su boda con Omar Sánchez, prevista para el pasado 26 de junio. La sobrinísima tomó la decisión de aplazarla un año y será en junio de 2021 cuando le dé el sí quiero al hombre de su vida. Y aunque todavía quedan varios meses para ese gran día, la polémica ya está servida.
Kiko Matamoros ha soltado la bomba este viernes por la tarde durante el programa de ‘Sálvame’ al desvelar que Isabel Pantoja podría haber influido directamente en la lista de invitados al enlace. Según el polémico tertuliano, la cantante no quiere que esté presente ningún colaborador del programa vespertino de Telecinco. Directamente, quiere vetarlo. Solo hay uno de ellos que ha recibido invitación: Belén Esteban. Matamoros asegura que solo ella cuenta con el beneplácito de la artista y que hay otros cinco que han sido eliminados de la lista final. Incluso va más allá y le lanza un zasca a Pantoja: «Lo mejor que podía hacer es no ir a la boda. Es más, estoy seguro de que si no la cobra no va, como que si no cobra la de Chabelita no va. Como no apareció por Mediaset cuando concursaba su hija pero sí con su hijo porque cobraba».
Mila Ximénez añadía nuevos y sorprendentes detalles acerca de la boda de Anabel Pantoja, como que había acordado repartirse la exclusiva con su tía: «Se iban a repartir el 50% ella y el otro 50% para Isabel Pantoja». Inmediatamente, Anabel ha entrado en el programa para desmentir esta información: «¡Lo estáis manipulando todo! Mi tía no decide mi listado». Kiko Matamoros no solo no se retractó de sus palabras sino que insistió, algo que llevó a los demonios a Anabel: «Te vas a reír de ti y de tu casa, de mí y de mi boda no, que tu boda te salió por la culata».
Lo cierto es que si Anabel Pantoja plantase un circo le crecerían enanos. La colaboradora está de baja al fracturarse el peroné haciendo surf y se recupera en casa de la operación. Sin embargo, sí que entra a diario por Skype. Sus intervenciones están siendo un martirio para ella ya que se ha negado en rotundo a hablar ni a posicionarse sobre el enfrentamiento madre-hijo entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja: «Tengo el peroné partido y aunque a ellos les importe una mierda, yo anímicamente estoy mal, jodida y estos disgustos no me vienen bien». Los colaboradores de ‘Sálvame’ no entendían su actitud y aprovecharon para cuestionarla, algo que hizo que rompiese a llorar y que perdiera los nervios, llamándoles «hijos de p…». De hecho, llegó a reconocer cuánto cobraba cada vez que iba al programa: «A mí esto por 600 euros no me merece la pena», dijo entre lágrimas.
