Anabel Pantoja parece no darse cuenta del privilegio que supone trincar 600 euros por 20 minutos de «trabajo». Ayer terminó con la paciencia de Belén Esteban.
Anabel Pantoja parece no darse cuenta del privilegio que supone trincar 600 euros por 20 minutos de «trabajo». Ayer terminó con la paciencia de Belén Esteban. Decía Matamoros al principio del programa que el problema de los equidistantes es que esa apuesta por no mojarse ni debajo de la ducha termina siendo su peor enemiga.
Todo comenzó cuando se indicaba que Miguel Poveda, al que Isabel Pantoja le debe presuntamente 90 000 euros, se llevó una bata de cola de Cantora tanto por admiración a la cantante como una posible quita a la deuda. Al llegar a su casa en Sevilla recibe una llamada donde se le indica que lo que se ha llevado vale 30 000 euros que puede pagar en cómodos plazos.
Pues bien, al parecer, esa bata de cola la llevó la propia Anabel que ayer decía que todo era falso y que ella no tenía nada que ver con esto. Evidentemente, Belén Esteban no tardó en recordarle que así no se puede entrar en el programa que te paga y que se ha roto el peroné.
«¿Pero qué queréis que conteste? ¿Lo que vosotros decís? Te ha llegado una información y entiendo que la quieras contrastar, pero lo que se ha roto es la relación de mi tía y mi primo, no me busquéis mierdas a mí» indicaba con su cinismo habitual la sobrinísima.
Una vez más, terminó por pedir perdón por su actitud…hasta la próxima. Ya está bien de soportar a una señora por ser sobrina de una cantante. Esperamos tu opinión al respecto de lo sucedido ayer en Sálvame.
