La presentadora de ‘Sálvame’ pronto se convertirá en la maestra de ceremonias sustituyendo a Marta Torné. Por ello, ha querido visitar el plató donde se le han saltado las lágrimas al recordar el largo proceso de adelgazamiento al que se ha sometido desde el nacimiento de su hija Alba.
Carlota Corredera tenía ganas de conocer el que será su nuevo lugar de trabajo: el plató de ‘Cámbiame’. La que fuera directora de ‘Sálvame’, que ahora ejerce como conductora algunas tardes, será la encargada de sustituir a Marta Torné en este espacio televisivo.
La gallega ha inundado el plató de emoción durante una sincera charla con Cristina Rodríguez, con quien mantiene una estrecha relación. Juntas han recordado la primera aparición en televisión de Carlota tras dar a luz a su hija Alba: «Me emociono porque a veces se me olvida que estuve tan grande, y para mí tan grande significa con tan poca salud. Pero yo tengo que decirte que ahí me veo guapa porque estaba feliz y mi niña estaba sana en el mundo».
Carlota ha perdido 60 kilos en año y medio, justo la edad que tiene su hija. Antes usaba una talla 60 y ahora utiliza la 44. Ha confesado una vez más que ha sido un proceso duro y largo. También ha querido mandar un mensaje a todas las mujeres que acaban de dar a luz y no se reconocen en el espejo para que no dejen que «el momento más feliz de tu vida lo empañe esa sensación de monstruosidad», ya que confiesa que se sentía un monstruo.
La presentadora ha recordado el día que la estilista la cambió la vida. Fue durante una fiesta diurna en casa de Jorge Javier Vázquez. Carlota le estaba contando su vida a Cristina diciéndole que no tenía pareja, que se iba a quedar sola, que quería ser mamá… En ese momento, la estilista la interrumpió y le dijo: «Por favor, deja de hablar así de ti». Carlota confiesa que detrás de esa ironía con la que hablaba se escondía mucho dolor. «Me dijiste que no me irían bien las cosas si no hablaba desde la positividad, que si no creía que las cosas que quería pasarían, nunca iban a ocurrir», ha explicado Carlota ante los ojos empañados de la que será su nueva compañera.
