Inicio Chiiist! Edmundo Arrocet cuenta su vida en España a El Mercurio de Chile

Edmundo Arrocet cuenta su vida en España a El Mercurio de Chile

Bigote Arrocet:

Edmundo Arrocet ha optado por contarle a los compañeros de El Mercurio (Chile) cómo es su vida en España. Sus declaraciones han sorprendido a muchos. De su paso por Supervivientes reconoce que “Me encantó. Porque pasé hambre, fatiga, frío; entonces, mi corazón se volvió a templar: me contacté con el resto del mundo que también pasa hambre y frío”.

De su presunto hijo secreto recordaba que “Eso fue sorpresivo. Yo siempre siempre supe de él y siempre lo visité cuando era chiquitito. Mis otros hijos siempre lo supieron. Nunca fue algo oculto. Tampoco me molestó su aparición en TV, porque también está en su derecho. Habla mal de mí, le dije, para que saquísbuen dinero. En los tiempos que corren, nada es gratis. Yo a Chile no le he cobrado nunca una entrevista, pero si lo hiciera las cobraría como las cobro acá”.

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Tras indicar que una entrevista suya en España cuesta entre 35.000 y 60.000 euros, comenta qué hizo cuando terminó su participación en el Un, dos, tres. “Viajé. Fui a Chile. Me dediqué a los negocios. Vamos a inaugurar una planta de energía eólica con unos empresarios españoles en el desierto florido. Y acá me he dedicado a otros negocios: ya lo conversé con Fernando Fischmann, que lo conozco, porque tengo la idea de hacer la piscina más grande de Europa en las afueras de Madrid, junto a las ruinas de Segóbriga, una ciudad romana abandonada a la que nadie le da bola. Y también seguí haciendo galas. Eventos en ciudades. Acá no se olvidan de uno”.

No duda en glosar los motivos por los que duerme en su propio dormitorio, “Porque toda la vida he dormido así. Con mis antiguas mujeres también. Tengo un biorritmo nocturno; entonces, para qué les voy a amargar la existencia. Yo me levanto a las cuatro de la mañana a pintar, a leer, a ver televisión, a escribir. Además, si me siento mal y tengo que ir al baño, a meter ruido… no, yo para eso no sirvo. Soy pudoroso con esas cosas. No me gusta ni que se hagan chistes escatológicos ni con malas palabras. A mí nunca me vas a escuchar un chiste en doble sentido”.

Pero aparte de su valía para los negocios recordaba, antes de la grabación de un programa homenaje al antedicho concurso, que “¿No escuchaste lo qué dijeron? ¿Qué no ganaron dinero? A estos no les pagaban, pero a mí sí. A mí sí me tenían que pagar. Siempre he cobrado lo que valgo. Además, ellas se tenían que hacer famosas, yo venía siendo famoso”. Concluye la entrevista hablando de su nivel económico, “Jajajá. Te estoy diciendo que tengo negocios. ¿Qué creís? Por supuesto. Si no gasto plata. Yo no gasto, tío. Todo lo que entra ahí se queda, para los niños. Más todo lo que hemos montado en Chile”. Sed vosotros los que valoréis estas declaraciones.

Vía | Economía y negocios

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