La cantante ha aparecido completamente irreconocible en el cumpleaños de una amiga de su hija.
Adele ha aparecido completamente irreconocible en el cumpleaños de una amiga de su hijo. La artista acompañó a su hijo Ángelo a una fiesta en Los Ángeles, y lo ha hecho con un look natural y desenfadado que nada tiene que ver con el aspecto glamuroso al que nos tiene acostumbrados cuando desfila por las alfombras rojas o se sube a un escenario.
Liberada de la presión de las cámaras, Adele ha disfrutado de un día informal en el que mostrarse al natural, ya que el gran protagonista del día era su hijo, que no se soltó de la mano de su mamá en ningún momento.
Y es que cuando Adele se baja del escenario es toda una madraza y dedica todo su tiempo al cuidado de su pequeñín, aunque eso le suponga quedarse sin tiempo para peinarse o maquillarse. Y prueba de que Adele se siente igual de guapa con o sin maquillaje, es que la cantante no perdió la sonrisa en ningún momento, mostrándose tan segura y radiante como es habitual en ella.
No cabe duda de que Adele vive su momento más dulce, y es que a pesar de que ella siempre se ha sentido orgullosa de sus curvas, hace tiempo que la cantante luce una figura mucho más delgada y con la que aseguró sentirse mejor.
Su antigua imagen
Recordemos que la cantante llegó a perder hasta 30 kilos. Adele tuvo que someterse en 2013 a una operación de las cuerdas vocales que la mantuvo varios meses apartada de los escenarios, hecho que hizo que se replanteara un cambio en su vida. Hacer dieta vegetariana, practicar deporte y dejar de fumar son algunos de los nuevos hábitos que han conseguido que la intérprete ahora luzca más estilizada y se encuentre mucho mejor de salud. Además, en lo laboral es una de las cantantes con más éxito y reconocimiento mundial, así que está claro que a Adele le sobran motivos para sonreír.