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Irene Junquera manda un mensaje de positivismo frente al confinamiento contando una dura experiencia de su infancia

Son muchos los famosos y famosas que han decidido hacer directos en Instagram para contar cómo están viviendo la cuarentena en la que nos encontramos por el coronavirus. Algunos entretienen como pueden a sus seguidores hablando de sus experiencias, cantando o enseñando su día a día y, en el caso de Irene Junquera, ha decidido compartir un vídeo en el que ha contado una una experiencia de su vida que puede servir como ejemplo para afrontar esta situación con más fuerza.

«En estos días de confinamiento he decidido contaros una cosa, una experiencia que viví de pequeñita que supuso un aprendizaje y, a día de hoy, no considero que tenga ningún trauma», comenzaba diciendo. La periodista ha explicado una complicada operación a la que se tuvo que someter y que la dejó postrada en una cama tres meses: «Cuando tenía 10 años me operaron de la espalda, me fisuré una vértebra que se había desplazado, me tuvieron que hacer un injerto y una serie de cosas que hacían en esa época. Ahora no sé si sería ese método pero tenía que estar inmovilizada durante tres meses«.

«Desde el día que te operan te ponen un corsé de plástico y tuve que estar en la cama inmovilizada, del 17 de septiembre al 17 de diciembre. No podía sentarme, solo podía estar boca arriba, solo a veces de lado. Quiero transmitiros que todo esto que está pasando va a ser un aprendizaje, sobre todo los niños van a sacar muchas cosas positivas. Si sabemos explicarles que debemos ser cautos, por eso estamos en casa, pero que no hay que tener miedo«, cuenta positiva desde su experiencia.

Disfrutar del tiempo que nunca se tiene

Irene Junquera ha repetido en varias ocasiones que sabe perfectamente que la situación no es la misma, pero que si a alguien le sirve de ayuda estará encantada: «Sobre todo hay que hacer que el tiempo del que disponéis ahora se emplee en cosas que les hagan crecer. Yo toco el piano desde los 7 años y venía la profesora de piano, yo no podía tocarlo, pero sí podía escuchar la música, podía dar clases de ritmo, leer las notas musicales. Leí muchísimo, veía la tele. Jugaba mucho con mi madre, mi padre, mis hermanos, tocar a mi perrita».

La periodista continuaba diciendo: «Los niños van a recibir vuestra presencia, que es muy importante, los niños no van a estar solos, podéis aprender con ellos, cocinar, aprender juegos nuevos… Si sabemos transmitir algo positivo les quedará un poso bueno cuando pase un tiempo. Sé que hay muchísimas familias que estáis perdiendo gente, no es una situación igual que la que viví, pero quería transmitiros un mensaje de tranquilidad, de positivismo, que yo pasé tres meses tumbada en una cama y no tengo ninguna secuela. Esta experiencia me hizo crecer muchísimo como persona», concluía.