Kiko Rivera se tema que va a tener que tragarse un millón y medio de euros de deuda heredada de su madre. De momento, quiere hablar con la cantante.
Kiko Rivera se tema que va a tener que tragarse un millón y medio de euros de deuda heredada de su madre. De momento, quiere hablar con la cantante. Y es que el que vivía de ayudas de la Seguridad Social durante la pandemia y declaraba, hace unas semanas, que tiene para vivir 10 años sin trabajar, está viendo que la trampa de su madre la terminarán pagando sus hijos.
Él se escuda en que «va a haber una deuda de cerca de un millón y medio de euros más intereses. Y si yo no puedo pagarla, pasará a mis hijos. No miré lo que firmaba porque mi tío Agustín me dijo que la hipoteca era para salvar a mi madre».
«El tiempo pasa y me estoy planteando sentarme con mi madre a ver qué pasa» declara ahora tras haber largado todo lo que le ha apetecido. De hecho, lo que califica como «problemón» es algo que «no se lo va a comer ella sola, también me lo comeré yo».
«Que de repente te venga de sopetón semejante deuda… Lo que no voy a hacer es pagar millón y medio de euros, porque esto es de los dos». Pues ojalá tenga más suerte que la pobre quiosquera que sigue esperando para cobrar su deuda incluso tras haber regresado de una gira por Iberoamérica en la que ha cobrado por cada concierto.
Se trata, en definitiva, de conseguir salir indemne de un camino lleno de deudas, trampas y similares. Ya veremos si Kiko cobra o si pasa a engrosar la lista de los damnificados por la Pantoja.
