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La incómoda visita de los Reyes Felipe y Letizia a Navarra en su tour por España tras la crisis del coronavirus

Como ya ocurriera durante su visita a Cataluña dentro de la gira que están haciendo recorriendo toda España para conocer de primera mano cómo ha afectado a nuestro país la crisis del coronavirus, el recibimiento de los Reyes Felipe y Letizia a su llegada a Navarra no ha sido precisamente el mejor esperado.

En los alrededores de la primera cita que tenían en la agenda del día de los Reyes se han concentrado algunas decenas de personas que han querido manifestar tu opinión sobre la institución que representa Felipe VI: «Fuera monarquía«, se podía leer en los carteles de esta pequeña protesta antimonárquica, que también ha lanzado gritos en contra de esta visita.

No obstante, como siempre han hecho, los Reyes han lucido, bajo sus mascarillas quirúrgicas, la mejor de sus sonrisas a su llegada a la Residencia Ramón y Cajal de Aspace, situada en Cizur Menor, una institución que trabaja con personas que padecen parálisis cerebral. A su llegada una pequeña ha querido entregar a la Reina un ramo de flores que esta no ha podido aceptar por el nuevo protocolo de seguridad, pero, a cambio, ha podido conversar unos minutos con ellos.

La Reina vuelve a apostar por ‘el vestido de Sonsoles Ónega’

Después Don Felipe y Doña Letizia han recorrido el centro junto a la Ministra de Política Territorial y Función Pública Carolina Darias y la Presidenta de Navarra María Chivite. Al terminar el recorrido, el Rey ha querido agradecer al director del centro la importante labor que realizan y los esfuerzos que han tenido que hacer estos meses para seguir realizándola con la misma intensidad y eficacia.

Tras esta primera parada los Reyes se han dirigido a Das-Nano Verida, una empresa navarra referente en materia de innovación y allí una vez el Monarca, además de conocer los efectos del covid19 en su trabajo, ha agradecido su esfuerzo diario por salir adelante.

Una visita a Navarra en la que la Reina Letizia ha optado, además de por lucir una vez alpargatas con cuña, por sacar del armario un vestido floreado de Sandro París que ‘comparte’ con su gran amiga Sonsoles Ónega, que optó por ese modelo para presentar ‘Ya es mediodía’.