El joven Francisco Nicolás ha decidido mudarse hace un mes a Las Palmas de Gran Canaria para refugiarse de la presión mediática y poner en marcha nuevos proyectos. El «pequeño Nicolás» se ha empadronado en la isla, beneficiándose también de vuelos al 50 por ciento de descuento a la península cuando tiene que viajar por sus compromisos televisivos.
Tiene un exclusivo apartamento alquilado por 2.800 euros al mes en el edificio Woermann, con vistas a la playa de las Canteras. Su inmueble cuenta con tres habitaciones, muebles de diseño, estanterías con botellas de whisky de primer nivel, obras de arte vanguardista y domótica de última generación, según ha publicado El Mundo. Unas instalaciones de última generación similares a las que tenía en el chalé propiedad de Kyril de Bulgaria en el barrio madrileño de El Viso en su época de mayor esplendor. Si en aquella casa contaba con dos mayordomos filipinos, en su apartamento canario, al ser de menor espacio, ha contratado a una asistenta doméstica que le cocina y le limpia la casa porque Nicolás no es muy aficionado a las tareas del hogar.
Bonita noche electoral. Buenas noches a todos.
El joven se mudó a Las Palmas convencido por el presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, con el que estrechó lazos y le recomendó que se desplazara a la isla para iniciar sus negocios. La ambición de Nicolás no es pequeña y, además de la productora, tiene entre manos montar un restaurante y una empresa llamada G8 Canarias, con la que según él, quiere «conseguir que las Islas Canarias sean la plataforma entre África y Europa y se conviertan en la nueva Silicon Valley». Distribución de aceite ecológico de Maimona (Badajoz), una ginebra premium y una agencia de comunicación son otros de sus proyectos. Está claro que ha sabido aprovechar su fama para llevarlos a cabo.
