La reina Isabel II quería que su nieto Harry se reconciliase con su familia. De hecho, nunca perdió la esperanza de que así fuera según indica un experto.
La reina Isabel II quería que su nieto Harry se reconciliase con su familia. De hecho, nunca perdió la esperanza de que así fuera según indica un experto. «La Reina adoró a Harry hasta el final, y Harry la adoró a ella», reconoce Robert Hardman.
«Creo que ella era uno de los conductos entre Windsor y California y uno de sus mayores deseos habría sido que arreglaran las cosas». Como muchos saben, Harry y su esposa, Meghan Markle, han estado distantes de la familia desde que anunciaron en enero de 2020 que ya no querían ser miembros de la realeza. Luego se establecieron en Montecito, California.
La relación desgastada de Harry con su familia alcanzó un nuevo mínimo en marzo de 2021 cuando él y Markle se sentaron para una explosiva entrevista con Oprah Winfrey. Durante la conversación, Harry, de 38 años, criticó la forma en que su padre lo crió y expresó lástima de que su padre y su hermano, el príncipe William, estuvieran «atrapados» en sus roles reales.
En la misma entrevista, Markle afirmó entre lágrimas que había contemplado el suicidio mientras estaba embarazada de su hijo, Archie, debido a la presión de lidiar con la vida real y el trato que recibió a manos de los medios británicos. La duquesa dice que acudió a un miembro de alto rango del Palacio en busca de ayuda y fue rechazada.
La actriz de Suits, de 41 años, también dio recientemente otra entrevista controvertida en la que afirmó que «solo por existir», ella y Harry estaban «trastornando la dinámica de la jerarquía». El duque y la duquesa de Sussex habían estado en Europa para varios eventos benéficos cuando la reina Isabel murió a los 96 años el 8 de septiembre. La pareja con sede en California se quedó en el Reino Unido para las ceremonias que siguieron y volaron el día después del funeral.
Los observadores reales esperaban que los días entre la muerte de la Reina y su funeral ayudaran a sanar las relaciones rotas. Se emocionaron cuando los hermanos separados, junto con sus esposas, saludaron a las multitudes reunidas frente al Castillo de Windsor, dos días después del fallecimiento de la Reina.
Pero varios pasos en falso parecían haber frenado tal vez cualquier distensión. Harry estaba angustiado cuando le quitaron las iniciales al uniforme militar que se le permitía usar para estar de vigilia junto al ataúd de su abuela. «Tiene el corazón roto», dijo un amigo al Sunday Times de Londres. «Eliminar las iniciales de su abuela fue algo intencionado».
Estaba tan «devastado», dijo el amigo, que el príncipe casi se puso un traje de etiqueta para evitar la «humillación». El duque y la duquesa también fueron invitados y luego «no invitados» a una recepción de estado para líderes mundiales y miembros de la realeza extranjera. Page Six informó exclusivamente que se enteraron de su exclusión por la prensa.
La pareja también fue desairada en la disposición de los asientos en el funeral, donde no se sentaron en la primera fila con el Rey y Guillermo, de 40 años, sino en la esquina de la segunda fila junto a su prima, la princesa Beatriz. «Uno pensaría que todos los miembros de la familia se unirían y apoyarían al Rey, especialmente», dijo una fuente cercana al Rey Carlos. «Quizás algunas heridas puedan curarse en el proceso». «Ella sabía que los conflictos eran parte de la vida y no guardaba rencor. Sobre todo, quería ver feliz a su familia», agregó la misma fuente. Escándalo habemus, esperamos tu opinión al respecto.
