Madonna lograba ayer que un juez cancelara la subasta de sus objetos personales. La cantante había criticado a la empresa que organizaba este acto. Entre los objetos a subastar se encontraban un par de bragas, una carta de su otrora novio Tupac Shakur y un cepillo con restos de cabello de la artista.
De este último aspecto indicaba la protagonista que “está fuera de lugar que subasten mi ADN. Cualquiera puede extraerlo de esos cabellos. También me sorprendió mucho que se subastara la carta que me envió Shakur, es más, fue entonces cuando me enteré de que ya no estaba en mi poder”.
Gerald Leibovitz, juez, ordenaba a ayer a la empresa Gotta Have It! Collectibles que abortara la subasta con veintidós objetos de artistas varios. La antedicha carta iba a alcanzar un precio de cuatrocientos mil dólares según el documento del juzgado.
Su Señoría también obligó a la empresa a quitar los objetos de la cantante de la web de la empresa subastante. Madonna exponía, en su petición al juez, que “el hecho de haber alcanzado cierta fama, como resultado de mi carrera profesional, no obvia el derecho a mantener mi privacidad incluyendo los objetos más íntimos”. El juez le hizo caso y la subasta, como os venimos glosando, se ha cancelado.
Sed vosotros los que valoréis la decisión del juez y la actitud de Madonna ante lo sucedido. ¿Pensáis que hay derecho a que sucedan este tipo de situaciones? Abrimos los comentarios para conocer vuestra respuesta a esta pregunta.
Vía | Page Six
Imagen | Gtres
