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Miguel Bosé: “Hay hombres que se tiñen de rubio y les da por levantar muros”

Miguel Bosé subió este domingo a las tablas de la plaza más grande de México vestido como un vampiro. Ojos perfilados, rostro pálido y un traje negro y largo.Y sobre uno de los escenarios más imponentes del país, gratuito y al aire libre, lanzó un único mensaje a Donald Trump: «Hay algunos hombres que se tiñen de rubio platino y les da por levantar muros. No es el mundo que yo quiero para mis hijos».

Con la irritación de México por las nubes debido a los ataques del nuevo gobernante de Estados Unidos, un asistente comentaba al final del espectáculo que esperaba más: «No ha estado mal, pero podría haberle dado más duro». «Yo soy un hombre de paz», advirtió el artista español al inicio del evento. Bosé esa noche quiso centrarse en el amor: Morir de amor o Te amaré, fueron algunos de los temas más coreados.

Miguel Bosé y Paty Cantú durante su concierto en el Zócalo de la CDMX.

El vampiro Bosé solo movió las caderas cuando llegaron sus primeros éxitos, aquellos de cuando tenía veintitantos: Don Diablo o Super Superman. La plancha del Zócalo, con capacidad para decenas de miles de personas, bailó entonces con él como si se tratara de un show de televisión infantil. Ximena Sariñana, Ana Torroja, Paty Cantú, Pepe Aguilar, Fonseca, Sasha y Benny Ibarra fueron algunos de los que lo acompañaron en el escenario para cantar los clásicos: Como un lobo (con Paty Cantú), un sencillo que grabó en 2007 con su sobrina Bimba Bosé, fallecida recientemente, o Bambú, con Fonseca y Aire Soy con Ximena Sariñana.

Siete horas antes del espectáculo algunos de los más fieles del artista acudieron a la plaza para ocupar los primeros puestos. Para ello tuvieron que renunciar todo ese tiempo, además de las dos horas del evento, a salir para comer o ir al baño. Sobre ellos, en los codiciados balcones del Zócalo, con vista panorámica al escenario, los hosteleros hacían su agosto: desde 500 a 1.000 pesos (de 25 a 50 dólares) sólo por subir y, en algunos casos, la consumición dentro del restaurante era obligatoria con un mínimo de 500 pesos (el triple de su precio habitual).

Antes de entonar Siempre estaré, un tema dedicado a sus cuatro hijos, hizo un alegato a la gestación subrogada. «Soy papá soltero y esta decisión fue muy querida y muy premeditada. Un proyecto muy generoso», explicó. En el sur del país, en Tabasco (la última entidad en permitir este tipo de maternidad), existe ahora un debate entre los que opinan que el negocio de los vientres de alquiler explota a las mujeres sin recursos y los que defienden la libertad individual.

Bosé se despidió tres veces del escenario. Pero la definitiva fue con Te amaré, un tema que definió como «la mejor canción del mundo» escrita por él mismo a los 19 años. «Ahora verás que se echa otra», señalaba un asistente mientras arrastraba del brazo a su mujer. Pero no lo hizo, con este concierto Miguel Bosé despide su gira Estaré de México después de haber agotado las entradas durante tres fechas seguidas en el Auditorio Nacional.