MADRID, 27 Feb. (CHANCE) –
Tras unas semanas calentando motores, los Oscar 2017 ya se han esfumado. Una parte del mundo no deja de pensar en cómo Warren Viti se pudo confundir con la tarjeta, otros todavía se sigue preguntando cómo se lo habrá pasado David Bisbal en la fiesta de Elton John, pero en Chance tenemos en la cabeza algo más brillante: los vestidos dorados que desfilaron por la alfombra roja.
El dorado es una de las tendencias de la temporada y aunque el greenery tenía todas las papeletas para triunfar, ha sido el tono de la estatuilla el que se apoderó de alguno de los looks más glamourosos de esta 89 edición de los Premios Oscar.
Uno de los looks más impresionantes fue el de Emma Stone, que estaba tan elegante y a la vez tan sexy con su Givenchy Couture que era imposible que no se llevara la estauilla.
Mucho más controvertidos fueron los looks de Jessica Biel y Dakota Johnson, que no estuvieron entre las mejor vestidas de la noche. Las dos arriesgaron a su estilo y el riesgo les llevó al fracaso; a Biel con un Kaufman Franco de paillettes con collar incorporado y a la protagonista de 50 sombras más oscuras con un Gucci de satén con lazo con el que parecía un envoltorio de un regalo.
Charlize Theron tampoco lució su mejor look. Su Dior de corte helénico le favorecía, no así el tejido metalizado; ella está mucho mejor con otros tonos más potentes, como el rojo, el que mejor le sienta. Nicole Kidman derrochó estilo con un Armani Privé cuajado de pedrería, que era pura sofisticación, lástima que el fondo nude no resaltara nada con su piel.
Quien sí brilló y lo hizo con moda española fue la estilista británica Louise Roe. Como es tradición, fue una de las primeras en llegar a la alfombra roja y lo hizo con un vestido de corte midi con escote halter de Pronovias, la firma en la que también confió hace unos meses cuando se dio el ‘sí, quiero’.
