Paz Padilla celebra su primer cumpleaños sin su marido con una actitud admirable y volcada en su familia

Paz Padilla está demostrando a todo el mundo su admirable forma de afrontar una pérdida tan dura como la de su marido. Antonio Juan Vidal falleció como consecuencia de un tumor cerebral que no tenía cura y la humorista estuvo a su lado hasta el último momento. Eran pocas las personas que conocían la situación y Paz Padilla estuvo yendo a trabajar con una entereza de admirar casi hasta el final.

Sin duda, el momento personal que atraviesa la presentadora es muy complicado pero se está apoyando en toda su familia para salir hacia delante. Durante su entrevista en ‘Sábado Deluxe’ dejó claro que estaba profundamente triste porque había perdido a su alma gemela pero aseguraba que ella quería seguir viviendo y eso es lo que está haciendo. La humorista está de celebración, pues cumple 51 años, y lo hace en un momento difícil para ella y todos los que la quieren.

Sin embargo, Paz Padilla no ha querido que el dolor amargue este día especial y se ha propuesto disfrutarlo al máximo. Anna Ferrer sorprendía a su madre con una tarta con las velas de su edad y el cumpleaños feliz. Ilusionada, la humorista soplaba la vela y amanecía con el Cumpleaños Feliz de Parchís y su hija bailando con ella. Además, ha invitado a su familia a casa y ha preparado una gran comida para todos.

Emociones de todos los tipos

Sin duda, Paz Padilla ha demostrado que su actitud es digna de admirar pero también ha tenido algún momento de flaqueza en este día tan difícil en el que su marido Antonio falta. La presentadora ha compartido varios vídeos con flores que le han enviado sus compañeros y jefes de Mediaset y no ha podido contener las lágrimas con algunos de los detalles, algo completamente normal teniendo en cuenta la pérdida.

Además, también ha tenido tiempo para compartir una publicación de lo más emotiva en la que hace referencia a las personas que más quiere en este mundo. En una foto se ve su mano agarrada a la de su hija y escribe: «Mi niña siempre calmando mi pulso». La siguiente imagen muestra la mano de Paz Padilla agarrada a la de su marido y junto a ella dice: «Sus caricias y su fuerza me sostienen. Esos lazos invisibles nunca se romperán». Y, por último, una imagen de varias manos coronadas por la de su madre, también fallecida, de quien escribe lo siguiente: «Ella nos unió por el cordón umbilical y por su capacidad de amar. Ellos nunca me soltarán».