Rob Kardashian está más descontrolado que nunca. Después de su ataque de furia contra Blac Chyna con la exposición de fotos íntimas de la madre de su hija en Instagram, el hijo de Kris Jenner se refugia en la comida y lidia con pensamientos suicidas. Su madre se muestra desesperada y cree que la solución es que ingrese en un centro de salud mental.
Después de este suceso, Rob se siente tan mal que ha decidido por esconderse y entrar en una dinámica que los seguidores de Las Kardashian conocerán: se aleja de su familia; se dedica a comer solo en grandes cantidades y a almacenar pensamientos negativos. “Está más gordo de lo que nunca ha estado”, comenta un amigo de la familia a Radar Online. “Pesa más de 300 libras -algo más de 136 kg-, pero no sabe cuánto porque las básculas no pasan de ese peso y está esperando a que le dé un ataque al corazón”, añade.
La dieta de Rob se compone de miles de calorías al día con la comida rápida, las golosinas y las bebidas con gas como protagonistas. “Él se relaja comiendo la mayoría del tiempo”, comenta la fuente. “Su frigorífico se ha convertido en su mejor amigo”, asegura.
Kris Jenner le está pidiendo que busque ayuda profesional para solucionar sus problemas. “Kris le ha cerrado el grifo y no le dará otro céntimo hasta que se enfrente a sus problemas“, dice la fuente. “Tiene una gran ira y problemas de adicciones, además de una gran falta de autoestima debido a su aspecto y su posición en la familia”, explica. “Ha perdido las ganas de vivir y si no fuera por la niña, no seguiría viviendo”, reconoce su amigo.
Vía | Radar Online
