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Todo lo que Harry y Meghan han querido decir con la presentación y el nombre de su hijo Archie Harrison

El pasado 6 de mayo de 2019 a las 05:26 horas nació el primer hijo del Príncipe Harry y Meghan Marke, un varón sano que pesó 3 kilos y 300 gramos que vino al mundo en el Portland Hospital de Londres. El comunicado sobre su nacimiento fue confuso, ya que poco antes Buckingham Palace había anunciado que Meghan Markle estaba de parto, cuando en realidad hacía horas que el niño había nacido y madre e hijo descansaban ya en ese momento en Frogmore Cottage (Windsor). Paralelamente, el Príncipe Harry compareció ante los medios para informar sobre el alumbramiento, señalando que estaba en la luna y que se sentía muy orgulloso de la Duquesa de Sussex.

Dos días después se produjo la esperada presentación del Baby Sussex. El Príncipe Harry y Meghan Markle dejaron claro ya al no posar a las puertas del centro médico que iban a hacer las cosas a su manera, aunque ello supusiera provocar malentendidos con Buckingham por falta de comunicación, como sucedió con el lío de comunicados. Una vez en la presentación dejaron claras otras cuestiones.

Los Duques de Sussex marcaron los tiempos

Lo primero fue el lugar en el que aparecieron. Los Sussex presentaron a su bebé en St George’ Hall en el Castillo de Windsor. Esta residencia real es en la que se casaron, y concretamente en St George’s Hall celebraron el banquete de su boda en 19 de mayo de 2018, por lo que es todo un homenaje al lugar en el que vivieron en el que era la fecha más feliz de sus vidas hasta el nacimiento de su pequeño Archie.

El Príncipe Harry y Meghan Markle han marcado los tiempos y han sido ellos los que han decidido cuándo era el momento de presentar a su bebé. Tampoco querían que el mundo viera a Archie con horas de vida y que fuera una lluvia de flashes la que inmortalizara los primeros momentos públicos de su hijo. Una presentación con menos fotógrafos y más tranquila, en la que pudieran hacer declaraciones y donde el niño no estuviera sometido a las inclemencias del tiempo (que no era bueno ese 8 e mayo de 2019), era preferible.

El cuerpo natural de Meghan Markle

Otro de los aspectos que han marcado la presentación ha sido que fue el Príncipe Harry el que llegó portando a su bebé y no Meghan Markle. En muchas ocasiones es ella, la madre, la que sujeta a la criatura. Sin embargo, el Príncipe Harry ha sido el que en todo momento se ha encargado de Archie, dejando claro que es un padre presente ahora y siempre. Nada de ayudar, los Sussex apuestan por la corresponsabilidad, aunque en su caso apoyados por el servicio, un lujo no al alcance de todo el mundo. De todos modos, en su momento el Príncipe Carlos también sostuvo al Príncipe Guillermo en su presentación, al igual que el Duque de Cambridge lo hizo con el Príncipe Jorge.

Meghan Markle ha apostado por la naturalidad en su posado. Como le pasó a Kate Middleton al dar a luz al su primogénito en julio de 2013, tenía todavía barriga. Lejos de colocarse un vestido ancho y vaporoso, decidió que era mejor optar por uno abotonado y muy ceñido que marcaba la barriguita que se le había quedado. Porque algunas mujeres se recuperan enseguida del parto y otras no tanto, y no pasa nada. La Duquesa de Sussex quiso apostar por la naturalidad, sí, y su apuesta es ganadora.

Vestido de blanco como sus primos Cambridge

Vale que han roto ciertas tradiciones, pero tampoco se quieren pasar. El bebé iba vestido de blanco, un color neutro siempre bonito para los recién nacidos. Iba cubierto con una mantita blanca de ‘GH Hurt & Son’, la misma que utilizaron los Duques de Cambridge para las presentaciones de sus tres hijos. Además, le colocaron un gorro de pinto a juego, como portaron la Princesa Carlota y el Príncipe Luis. Hay pequeñas tradiciones que han querido seguir.

El mismo 8 de mayo se anuncio el nombre del Baby Sussex, y tanto esos nombres como el hecho de que se mencionen sus apellidos y no haya ni rastro de los títulos, es otro símbolo de que los Duques de Sussex tienen algo que decir. Archie Harrison Mountbatten-Windsor, así se llama el primer hijo del Príncipe Harry y Meghan Markle, dos nombres que poco tienen que ver con la Familia Real Británica y que son otra prueba de que esta pareja de royals es distinta de las demás. Nada de George, Alexander, Louis, Arthur, Charles, Alberto, Philip o William, sí a un diminutivo de Archibald, un nombre cuyo rastro puede encontrarse en el árbol genealógico de Lady a través de Archibald Campbell¡, noveno Conde de Argyll, que vivió entre 1629 y 1685. También sí a un homenaje al Duque de Sussex, ya que Harrison significa ‘hijo de Harry’.

Tan solo Archie Harrison Mountbatten-Windsor

Y por último los títulos, o mejor dicho la ausencia de ellos. Ni es Príncipe de Sussex, ya que tendría que serlo por concesión real y la Reina Isabel no le ha otorgado la dignidad principesca, ni se refiere a él como Conde de Dumbarton, dignidad que le correspondería como heredero del Ducado de Sussex.

Cuando su abuelo Carlos sea Rey, podría acceder a ser Príncipe de Sussex, pero es probable que sus padres no acepten la distinción. De momento tampoco es Lord, ni Conde, ni nada, tan solo Archie Harrison Mountbatten-Windsor, dando al niño dos nombres y un apellido (compuesto al ser descendiente del Duque de Edimburgo) como si fuera un ciudadano normal y corriente, aunque por mucho que les pese a sus padres, ni lo es ni lo será nunca.