Hace ya casi dos años que la industria turística habla de viajes sensoriales. Sobre todo desde que se dio cuenta de que los millennials no eran solo los viajeros del futuro, sino que también eran los del presente. Según la ONU, 200 mil millones de millennials generaron más de 180 mil millones de dólares, lo que supone un aumento en el sector del casi 30% desde 2007.
Pero los millennials son turistas exigentes o, como mínimo, muy diferentes a los de las generaciones anteriores. Son tan proactivos que han redefinido la idea de aventura. Y, según una encuesta realizada este año, la aventura no es sinómino de fiesta para ellos, como se suele pensar. Para ellos aventura significa adentrarse en otras culturas, experimentarlas, combinar ciudad con naturalreza, probar la comida local, los vinos locales…
Por eso triunfan servicios como Airbnb, HomeAway, con los que pueden entrar en contacto directo con gente local. Por eso buscan destinos en los que cinco sentidos se pongan a prueba, les lleven al límite, les motiven e inspiren. Y aquí van cinco ideas de turismo sensorial:
NASHVILLE: UNA CIUDAD QUE SE ESCUCHA
La capital del estado de Tennessee se llama a sí misma Music City. Y no por casualidad. En sus calles el country se convirtió en un estilo de vida y transformó la música americana para siempre. Por sus míticos estudios de grabación han pasado desde Elvis Presley a Taylor Swift. En la ruidosa calle Broadway, los conciertos empiezan antes de que se vaya el sol y se extienden toda la noche. En los aledaños de esta fiesta continua está el museo de Johnny Cash, el Country Music Hall of Fame Music y el taller Hatch Show Print, donde siguen imprimiento carteles utilizando técnicas tradicionales con más de un siglo de historia.
Nashville es una ciudad llena de historia musical y popular, pero que sabe cómo aprovechar ahora su tradición para reconvertirla en tendencia. Antiguas fábricas en Marathon Village son ahora los locales favoritos de la generación millennial donde hay mercadillos de muebles vintage amenizados con músicos locale; y destilerías de whisky, como Nelson’s Green Bier o Corsair Artisan. Todos negocios dirigidos por jóvenes emprendedores.
SINGAPUR: PARA ACTIVAR TU GUSTO
Este verano por primera vez un puesto de comida callejera recibía una estrella Michelin. ¿Dónde? En Singapur, claro. La noticia confirmaba que la street food estaba cada vez más establecida, pero sobre todo confirmaba una vez más a la capital asiática como una de las mecas gastronómicas del mundo. Solo hay que preguntarle al chef David Muñoz.
A Singapur se va con la mente abierta para probar todo lo que sus calles ofrecen. Y nadie puede irse sin tomar su famoso arroz con pollo en cualquier de sus puestos callejeros. En el barrio de Chinatown, la especialidad son los dim sum siguiendo las recetas hongkonesas, el pato laqueado, los fideos con tofu… En Little India hay que ir preparado a saborear platos picantes. Y, por supuesto, es fundamental probar el chilli crab, ese plato que han exportado al resto del mundo.
GRASSE: UN DESTINO PARA EL OLFATO
Esta pequeña población en las colinas al norte de Cannes, dominando la Riviera Francesa, es también conocida como la Capital mundial de los Perfumes porque sus casas subidas a la montaña están rodeadas de enormes plantaciones de flores. Sobre todo, tienen campos de jazmín, rosas y nardos, ingredientes fundamentales de los perfumes más populares. Por eso, hasta este pequeño pueblo se van los mejores perfumistas del mundo, como Olivier Polge, a encontrar las fórmulas secretas que les den el éxito.
El mejor momento para conocer Grasse es durante la cosecha de la rosa en mayo (The May Rose Harvest), que crece especialmente bien allí por las propiedades especiales del suelo de la zona y su microclima. Según las cortan solo tienen 2,5 horas de vida para poder extraerle toda su esencia y transformarla después en fragancias icónicas como el Chanel N5 que casi 100 años después de su concepción sigue usando las rosas de Grasse como base de su nueva alquimia rebautizada Chanel N5 L’Eau.
TAILANDIA: EL TACTO A PRUEBA
Si hay que elegir un destino millennial en el mundo, probablemente no sería Nueva York, ni Berlín, ni Londres, ni París, ni Tokyo… Sería Tailandia. Según múltiples encuestas, Tailandia es el destino preferido de las millennials. Hasta un 83% lo escogen como su lugar favorito, el primero en su lista de viajes pendientes.
Es un destino para mochileros, y los millennials, por definición, lo son. De hecho, probablemente todos se reúnen en algún momento en Khao San Road en Bangkok, en su maremagnum de hostales, pubs, locales de masajes… Masajes, sí, Tailandia es famosa por sus masajes, por su precio y su calidad, por la posibilidad de darse uno en cualquier momento del viaje, en la ciudad o en la playa.
El país asiático reúne todo lo que buscan los millennials sedientos de aventuras y experiencias. El bullicio de las grandes urbes y la tranquilidad de las playas más paradisicas. Comida callejera y hoteles de lujo.
MANHATTAN: UN RETO PARA LA VISTA
La ciudad que crees que conoces bien, pero jamás llegas a descubrir del todo. Siempre te quedará algo, alguna excusa para volver una y otra vez. Si puedes, cada año. Nueva York sigue siendo uno de los destinos favoritos de los viajeros, sobre todo, entre los millennials. Aún allí surgen las grandes tendencias culinarias, culturales y de estilo que se verán después en buena parte del mundo. Es la ciudad en la que todos los sentidos se despiertan y están alerta, pero la vista especialmente porque no puedes dejar de mirar y sorprenderte.
En Williamsburg, el barrio millennial por antonomasia, es donde disfruta más la vista. La vista del skyline de Manhattan, la vista de los nuevos bares y restaurantes que surgen cada poco tiempo en cada esquina, la vista de esa población hipster enfrentándose al prejuicio y el estancamiento.
