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A prisión por corrupción cinco funcionarios de la Empresa Láctea en Villa Clara

VILLA CLARA.- Cinco funcionarios de la Empresa Láctea de Sagua la Grande (ECIL), en la provincia de Villa Clara, cumplen cárcel por malversación y enriquecimiento ilícito con los bienes del estado. Hasta hoy se mantienen incomunicados, no se conoce la sentencia definitiva pero no ha sido suficiente escarmiento.

Siguen existiendo grietas en la producción láctea a nivel provincial porque el caso del ECIL no es exclusivo ni ocurrió únicamente durante esa administración. Algunos funcionarios han corrido con más suerte, a ojos de todos han levantado palacetes a costa de quitar el desayuno de la leche correspondiente a los niños o a los casos que reciben dieta médica.

“Lo de la leche ya es mucha falta de respeto. A veces viene tardísimo como el otro día que llegó a las nueve de la noche. Nada más que llegué a mi casa la herví pero se cortó (venció).”

Migdalia Tápanes tiene la responsabilidad de hacer las compras de su casa. Para esta maestra jubilada adivinar el horario en qué vendrá la leche se ha vuelto un verdadero dolor de cabeza.

“Mi esposo recibe dieta médica, un día sí y otro no. Como la leche está llegando tan tarde, no hace mucho hubo lo que le dicen un ‘corte masivo’. Se le cortó a casi todo el mundo y la repusieron el sábado pero los días antes de ese tuvimos que desayunar agua con azúcar.”

Con todo y eso, desayunar con leche es un lujo que la mayoría de los cubanos no pueden permitirse. Toda la que se produce en Cuba es del Estado, los campesinos están obligados a entregarla en las entidades correspondientes por precios muy bajos. Eso es lo que explica a CubaNet Ernesto Tapia, un combatiente retirado que se dedica a la producción de leche y de otros alimentos.

“Lo que sucede es que aquí nadie es dueño de nada, los únicos dueños son los jefes. Los mismos que ahora robaron en el ECIL.”

Extraoficialmente, porque los medios estatales no pueden hablar del tema, se supo que se perdieron 15 toneladas de queso sumadas a más de 40 000 bolsas de leche que alcanzan para abastecer del preciado desayuno a los niños que la reciben desde Sagua y hasta Corralillo.

“Desayunaba con leche porque podía conseguir las bolsas a cinco pesos cada una. Pero ahora la gente que la recibe no quiere vender porque tienen miedo a quedarse sin ella. Todo el mundo sabe que los niños deben tenerla.”

La semana en que fue detectado el robo en el ECIL hubo mayor inestabilidad con la distribución. A veces venía muy tarde y otras veces, sin ninguna explicación, la daban al día siguiente.

“Tengo una hermana que vive en Estados Unidos. Me dice que el galón allá vale 4 dólares, si uno saca cuentas allá son 4 pesos porque es la moneda que circula. Aquí en ninguna parte se puede comprar.”

Yesenia Manrique tiene un negocio particular vinculado a la venta de helado. Ahora está cerrado.

“Y estará, porque la leche con que se hace el helado venía del ECIL y ahora quieren cerrar todos los agujeros por donde se escapaba una bolsa. Peor fue lo que hicieron los jefes esos. Yo conozco de vista al director, bueno, al que era director. Es verdad que el cubano se desconcentra, pierde la noción del peligro. De la noche a la mañana hasta una motorina se compró. Tampoco uno puede ser tan loco, no digo que no robe, pero que lo haga con más cuidado, digo yo.”

La complicada situación económica por la que atraviesa la Isla, desde el Período Especial para acá ha acabado con todo, incluso con los valores humanos.  Esos inconvenientes subjetivos han terminado por degradar a la mayoría de los cubanos y ahora nadie duda que robarle al Estado sea un ‘deporte’ más practicado que el propio béisbol.