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Alerta en la Habana Vieja: otro edificio a punto de derrumbarse

(Foto del autor)

LA HABANA, Cuba. – Cuatro familias de la Habana Vieja se encuentran en alerta ante el inminente colapso estructural del viejo edificio donde residen.

En el inmueble de tres plantas, localizado en Aguacate 478, entre Muralla y Teniente Rey, viven un total 16 personas, incluyendo cuatro menores de edad y un débil visual.

El jueves 17 de septiembre se desplomó el techo de la saleta del segundo piso del edificio a escasos metros de un niño que corrió para no ser aplastado. Los vecinos fueron rescatados por los bomberos y, tras permanecer dos días en la calle, fueron albergados en las oficinas de la Dirección Municipal de la Vivienda en Habana Vieja, sita en Aguiar, entre Empedrado y Tejadillo, un lugar lleno de oficinas gubernamentales no habilitadas como albergues.

“Dormimos en el piso como los animales. No hay camas ni literas. No se puede tener pertenencia alguna. Hay un solo baño para hacer necesidades, no para bañarse. Al principio ni agua había, pero el delegado trajo un tanque que es sólo para descargar el baño”, dijo a CubaNet Noemí Sánchez, maestra de 57 años de edad e hipertensa.

La mujer relata que por el día los albergados tienen que salir de las oficinas porque estás se llenan de personas.

“Tenemos que levantarnos temprano para que los visitantes no nos sorprendan durmiendo en el piso. Nos turnamos para proteger nuestras pertenencias en el apartamento de Aguacate, donde ya nos robaron un horno de microondas y un televisor”.

Sánchez denunció además la situación de la alimentación.

“La comida es asquerosa. Es gratis pero no se puede comer. Mira estas dos cajitas, tírale fotos. Siempre llegan con un día de atraso de elaboración. Mis hijos se intoxicaron con la jamonada prieta y el picadillo me dio fuertes diarreas. A las nueve de la mañana nos dan un pan con queso crema ácido del día anterior y un refresco dulce, ideal para coger diabetes”, bromea la maestra.

Las personas afectadas por el mal estado del inmueble de Aguacate exigen a las autoridades un “desglose de vivienda”.

“La directora de la Vivienda nos prometió que iríamos para un edificio en San Agustín cuando estuviera terminado, pero la promesa no se ha cumplido, pese a que el edificio se terminó. Ahora se justifican diciendo que falta la electricidad y las instalaciones hidrosanitarias. Están esperando que esto se acabe de derrumbar y ocurra una desgracia”, lamentó la mujer.

Iselgis Santana Rodríguez, de 58 años de edad, trabaja en servicios comunales. Ella contó a CubaNet que, desde que nació, solo se intentó arreglar el edificio una sola vez, pero, finalmente, “nada se hizo”.

“En el 2001 pasó un ciclón y nos evacuaron al convento de Belén, donde estuvimos dos meses albergados y el difunto Eusebio Leal nos pidió un voto de confianza para arreglar el edificio. La promesa no se cumplió y tuvimos que regresar. Aquí ha habido mucha corrupción por los funcionarios de la vivienda, porque cuando estábamos en Belén, a pesar de ser un municipio sellado para cambios de dirección, le dieron altas a gente que no habían vivido nunca aquí”.

Iselgis cree que las autoridades han castigado a los residentes de Aguacate 478 por pedir el “desglose de vivienda”.

“Nos han castigado y no nos entregan viviendas. Yo camino por estos pasillos con mucho miedo a perder la vida y cuando llueve se vuelve insoportable la convivencia. Este era un edificio de hombres solteros y abajo era almacén y cochera bajo el nombre de La Cruz Blanca”, explicó.

Otra vecina, llamada Martha Carrión, nos condujo a su apartamento para mostrarnos a su esposo débil visual, quien se haya impedido de caminar por problemas circulatorios.

“Mi esposo no tiene medicinas. Cuando llueve no tenemos donde meternos por las filtraciones, mira los colchones mojados. Vivimos mirando siempre hacia arriba para salir en cuanto sintamos ruidos de derrumbes. Así no se puede vivir”, sentenció.

Por último, visitamos otro apartamento donde nos mostraron el techo caído que estuvo a punto de aplastar al niño de la casa. El propietario, que no quiso decir su nombre, también se quejó de la corrupción de los funcionarios de la vivienda diciendo.

“Aquí los vecinos que tenían dinero ya resolvieron casas. Nosotros los pobres estamos condenados a morir aplastados. Hace falta que venga Díaz-Canel aquí y vea lo que está pasando de verdad”, dijo molesto el vecino.

CubaNet intentó infructuosamente entrevistar sobre el tema a la directora de la Dirección Municipal de La Vivienda de Habana Vieja. Los custodios trajeron la respuesta de “No se atienden a periodistas que no estén debidamente acreditados y coordinada su visita”.

Dirección Municipal de la Vivienda en Habana Vieja (Foto del autor)

En lo que va de año se contabilizan al menos cinco víctimas mortales por derrumbes en la Habana Vieja: las niñas María Karla Fuentes, Lisnavy Valdés Rodríguez y Rocío García Nápoles, fallecidas por causa de la caída de un balcón en Revillagigedo y Vives; Rosa María Sortis Cuella, de 69 años, quien residía en Cuba 662, entre Luz y Acosta; y la señora Elena, de 74 años de edad, en Amargura 319, esquina Aguacate.

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