Inicio Cuba Ángel López: «Aquello me costó mi carrera en Cuba»

Ángel López: «Aquello me costó mi carrera en Cuba»

Ángel López (Foto Jorge Ebro)

MIAMI, Estados Unidos. – Ángel López, destacado receptor de los equipos de béisbol de Villa Clara en la década de los 90, fue una de las víctimas del ensañamiento del régimen contra los peloteros cubanos decidían hacer carrera en las Grandes Ligas de Estados Unidos.

Tras abandonar el país en 1998 y luego de un paso efímero por la Gran Carpa, López, al igual que otros ilustres peloteros como Yobal Dueñas, ha terminado asentándose en Tampa, donde alterna su trabajo de rigor con la pasión por el deporte nacional de Cuba.

Abordado por El Nuevo Herald sobre su exclusión de las Series Nacionales y su posterior salida de la isla, Angel López recuerda el momento que marcó un antes y un después tanto en su trayectoria deportiva como en su vida personal.

Todo empezó mientras el receptor formaba parte de la preselección para los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, donde se produjo el abandono del estelar lanzador villaclareño Luis Rolando Arrojo.

“Estuve unos días en Atlanta y fui eliminado de la preselección. Llego a mi casa y al siguiente día me dicen que tengo que ir a la policía. Me hicieron muchas preguntas, entre ellas por qué se quedó Arrojo. Les dije que esa fue su decisión y que yo no sabía. Me dijeron que si sabía algo que lo dijera, porque me iba a traer problemas y no iba salir más”, reveló López en una reciente entrevista.

Un año después, la figura de Arrojo volvería a dar ser utilizada como pretexto para sacar del juego al fornido receptor. En esa ocasión, las autoridades acusaron a López y otros jugadores de haber hablado con Arrojo en México, lugar al que, supuestamente, el lanzador los había ido a ver.

“La suspensión de nosotros por aquella llamada de Rolando Arrojo que nunca pasó. Hoy en día todo el mundo habla con todo el mundo, pero aquello, que era falso, nos trajo un gran problema. Aquello me costó mi carrera en Cuba’’, señaló.

Ángel López fue alejado de la pelota cubana de por vida, sin posibilidad de entrar a ningún estadio y sin permiso de salida para abandonar el país, razón por la cual, abandona la isla en 1998 junto a Jorge Luis Toca, Jorge Díaz, Osmany García, Alain Hernández y Maykel Jova.

Aunque durante los últimos años el régimen cubano ha buscado a toda costa un acercamiento beneficioso que le permita insertar peloteros en las Ligas Mayores de Béisbol (MLB, por sus siglas en inglés), en la década del noventa, ni las Grandes Ligas ni otros circuitos de alta competencia eran bien vistos por el dictador cubano Fidel Castro, quien, en su momento, definió al profesionalismo como “deporte mercachifle”.