Inicio Cuba Cafetal Angerona: una historia llena de mitos y verdades

Cafetal Angerona: una historia llena de mitos y verdades

MIAMI, Estados Unidos. – Angerona, una hacienda situada en Artemisa, se convirtió en uno de los cafetales más importantes del Occidente cubano en el siglo XIX. A pesar de que la historia de este lugar ha sido contada con algunas gotas de leyendas y mitos, se sabe que se trató de una plantación cafetalera muy significativa y que llegó a convertirse en una de las más prósperas haciendas del país.

Según los investigadores Lorenzo Hernández, Jorge Macle, Olga López y Migda Estévez, el cafetal Angerona llegó a aportar el 2,2% de la producción nacional de café. Además, fue reconocido en el mundo por sus altos estándares de mecanización para la producción de café y por el trato que se daba a los esclavos de su dotación.

Reveca Figueredo Valdés, historiadora y jefa del Departamento Provincial de Patrimonio Cultural en Artemisa, aseguró al diario oficial Juventud Rebelde que la historia de Angerona va más allá del supuesto romance entre el propietario de la plantación y la haitiana Úrsula Lambert. 

“Fue visitada y descrita por viajeros connotados como el presbítero norteamericano Abiel Abbott; el novelista Cirilo Villaverde; el español Jacinto Salas y Quiroga y la célebre Condesa de Merlín. Angerona es mucho más que el posible amorío entre un propietario de esclavos y una eficaz colaboradora”, destacó la experta.

Cafeta Angerona
El cafetal Angerona fue declarado Monumento Nacional de Cuba en 1981 (Foto: Juventud Rebelde)

Por otro lado, Berta Martínez Páez, una investigadora que se ha dedicado a estudiar los registros del Archivo Nacional de Cuba relacionados con Angerona durante nueve años, ha llegado a la conclusión de que la historia de amor entre Cornelio Souchay y Úrsula Lambert no está documentalmente probada y que podría tratarse de una estrecha relación de trabajo. Según Martínez Páez, “Angerona es un patrimonio agroindustrial de excepcional valor”.

Más allá de su valor arquitectónico y potencial socioeconómico, Angerona es un símbolo que espera ser honrado con acciones que reconozcan su condición de Monumento Nacional. Sus ruinas conservadas a pesar del tiempo, son testigos mudos de una historia llena de mitos y verdades, que esconden secretos detrás de cada muro.