Inicio Cuba Caimanera y la COVID-19: apuntes sobre “un pueblo muerto”

Caimanera y la COVID-19: apuntes sobre “un pueblo muerto”

GUANTÁNAMO, Cuba. ─ Es cierto que en Caimanera hubo prostitución antes de 1959 ─aún la hay─, pero la diferencia entre aquella época y esta en cuanto a la práctica del oficio más viejo del mundo estriba en que entonces el área para ejercerlo era muy limitada, ahora se practica en todo el país.

Después de asaltar el poder, Fidel Castro “le declaró la guerra” a Estados Unidos. Entonces, cortó el suministro de agua a la base naval estadounidense y prohibió la contratación de nuevos trabajadores cubanos en ese enclave militar.

La zona de la parte cubana, hasta ese momento una de las más prósperas de Cuba, se convirtió en una de las más atrasadas debido a la política de abandono en que la sumió la revolución “de los humildes y por los humildes”. La situación llegó a tal al extremo que en el discurso central del acto conmemorativo del 32 aniversario del Asalto al Cuartel Moncada, en 1985, Fidel Castro aseguró que Guantánamo “era un tercer mundo dentro del tercer mundo”.

Caimanera es el único municipio cubano donde se requiere una autorización expedida por escrito por el MININT para entrar. Ello redunda en una violación del artículo 52 de la Constitución de la República, que regula la libertad de movimiento dentro y fuera del país, lo cual demuestra la poca importancia que la dictadura da a la Carta Magna.

A pesar de que Caimanera recibe un tratamiento especial consistente en un suministro de productos alimenticios por encima de la norma nacional y sus pobladores reciben el pago de un incremento salarial, la crisis económica y la pandemia lo han convertido en un pueblo muerto.

La estocada de la COVID-19

Tres caimanerenses accedieron a ser entrevistados a cambio de que preserváramos su identidad. La charla ocurrió en el hospital provincial Dr. Agostinho Neto el pasado viernes 2 de abril. Los tres consultados son militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC).

El primero ─que nombraré Alberto─ es trabajador del Ministerio de Educación. Sobre la situación que vive el territorio, nos dijo: “Caimanera no tiene fuentes de empleo. Casi todos los trabajadores estamos inactivos en nuestras casas cobrando el 60% del salario. A los únicos que les están pagando el 100% es a los trabajadores del INDER (Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación) que atienden a los ancianos y personas vulnerables. No nos permiten salir de nuestras casas. Al que cojan fuera le imponen una multa de hasta 5 000 pesos. Nosotros estamos aquí porque tenemos un turno médico”, aseguró.

El segundo ─Ernesto─ es uno de esos trabajadores del INDER. En sus declaraciones calificó a Caimanera como “un pueblo muerto”.

“El hotel está cerrado; la empresa de la pesca es más el tiempo que está inactiva que el que trabaja; las unidades gastronómicas del Estado y las particulares también están cerradas como las escuelas. En la Salina, que es la principal empresa del territorio, más de la mitad de sus trabajadores es de Guantánamo. La situación está muy difícil y no te voy a negar que la gente está muy descontenta con la gestión del gobierno”.

El tercero ─Nicolás─ es un joven que ahora está cobrando el 60 % de su salario. Dice que “en Caimanera no hay pescado, no hay merienda, no hay café, ni siquiera ron, mucho menos cervezas y las tiendas que venden en divisas están desabastecidas”.

“Los trabajadores por cuenta propia han tenido que cerrar sus negocios y por cualquier cosa te ponen una multa exorbitante. El otro día apareció un cartel que decía ¡Abajo Calviño! –en referencia al presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular─ hecho por uno de esos multados”, sostuvo.

¿Por qué sigue habiendo COVID -19 en Caimanera?

Si en Cuba hay un municipio con condiciones para contrarrestar el virus ese es Caimanera, pero todavía hay un número importante de contagiados allí.

Muchos se preguntan cómo es posible que eso ocurra teniendo en cuenta las limitaciones inconstitucionales que el MININT ha decretado para acceder a ese municipio. Al respecto, comenta Ernesto: “Los únicos que entran y salen como perros por su casa son los dirigentes del partido, los del gobierno y los militares. Así que son ellos los que han propagado la enfermedad en el municipio, porque salen de noche a resolver problemas personales. Eso ocurrió recientemente con un chofer del gobierno conocido como Ivancito”.

El negocio del pescado y la venta ilícita de otros productos

Desde hace más de veinte años hay personas de Caimanera que se dedican a vender el yogur y la leche que les toca por la cuota normada. Ahora eso  no se puede hacer y esas personas la están pasando muy mal al perder esa entrada regular de dinero.

Igual situación tienen quienes venden pescado y mariscos. A estos no solo los perjudica la restricción de movimiento, sino también la subida de los precios impuesta por los pescadores. Actualmente, una libra de curubina cuesta 110 pesos cubanos y una de robalo hasta 160.

Según Alberto, la ruta del pescado desde Caimanera hacia Guantánamo nace en los manglares de la bahía. Desde allí ─y sorteando con muchas dificultades el cerco policial─ los pescadores llevan el producto a las viviendas de los revendedores de madrugada y luego estos lo trasladan en carretas por el monte hasta las cercanías de Guantánamo. Quien sea sorprendido puede ser sancionado hasta con un año de privación de libertad o una multa de 10 000 pesos.

La tozudez de la dictadura y sus efectos

Cuando Fidel Castro prohibió que los estadounidenses continuaran contratando trabajadores cubanos creyó hacerles un daño, pero la medida ha sido un boomerang para la economía del poblado y de Guantánamo.

Los estadounidenses contratan braceros de Jamaica, Puerto Rico y quizás otras islas del Caribe pudiendo contratarlos en Caimanera con el consiguiente ahorro de recursos para ellos y el beneficio que  reportaría a Cuba.

Si únicamente trabajaran allí 100 cubanos, semanalmente entrarían a la provincia 60 000 dólares, tomando como referencia un pago sobre la base del salario mínimo. Al mes serían aproximadamente 240 000 dólares y al año 2 880 000.

Hoy, esos ingresos se pierden gracias a otra de las “genialidades” del Comandante en Jefe.

Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.