El Congreso de Estados Unidos aprobó este martes la Nicaraguan Investment Conditionality Act (NICA Act), un proyecto de ley que impondrá sanciones contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, informó en Twitter la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen.
“Gracias a mis colegas en la Cámara por pasar una vez más mi NICAAct”, escribió Ros-Lehtinen en su red social.
Desde esta forma, el proyecto quedará en manos del presidente estadounidense Donald Trump, por lo que se encuentra a tan solo un paso de convertirse en Ley.
“¡Ahora el proyecto espera la firma del Presidente!”, apuntó Ros-Lehtinen.
Según la congresista de origen cubano, la aprobación en el congreso de la Nicaraguan Investment Conditionality Act deja claro que “EEUU no permitirá que el déspota de Ortega continúe con los abusos y la represión”.
En nota de prensa difundida este martes, Ros-Lehtinen dijo sentirse agradecida con “mis colegas de la Cámara de Representantes y el Senado por aprobar la NICA Act que ayudará a los nicaragüenses a liberarse del control despótico de Ortega. Estoy especialmente agradecida a Bob, Ted, Marco, Patrick, Eliot y Albio que se unieron conmigo en este esfuerzo desde el principio, ya que fuimos testigos del aumento de la corrupción y la represión en Ortega durante muchos años”.
Aprobada en el Congreso en octubre de 2017, la NICA Act fue fusionada por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, a través de una enmienda, con la Ley de Derechos Humanos y Anticorrupción de Nicaragua, del senador Bob Menéndez.
Diferentes economistas consultados por el diario nicaragüense La Prensa consideraron que de aplicarse la NICA Act, los préstamos que el país centroamericano tiene aprobados con organismos multilaterales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), así como con otras agencias ligadas a estos organismos, estarían en “grave peligro” de perderse.
Nicaragua atraviesa una profunda crisis que atraviesa todos los sectores de la sociedad. La dura represión a las manifestaciones y el descontento que arrastraba la población después de once años del gobierno de Ortega derivó en una oleada de protestas pidiendo su dimisión. A lo largo del presente año, sus partidarios y grupos irregulares armados también han salido a las calles donde se han producido enfrentamientos que han dejado más de 300 muertos.
