Inicio Cuba Cubana se queja: «¡Qué feo es el Día de las Madres aquí...

Cubana se queja: «¡Qué feo es el Día de las Madres aquí en Cuba!»

Venta de artículos para el Día de las Madres (foto del autor)

LA HABANA, Cuba. – “Qué feo es el Día de las Madres aquí”, dice una desconocida que está a punto de bajarse de un taxi en la calle Monte. Parece tener algunas “posibilidades”, como dicen en Cuba a la gente que viaja y se viste bien, lleva puesta una blusa de lino y una cartera que imita a una marca famosa.

En la esquina de Monte y Águila se levanta por estos días una feria para el segundo domingo de mayo, el Día de las Madres.

La desconocida aprovecha unos segundos para hacer catarsis sobre “la mugre” de la zona y la “pobreza en la que está toda La Habana”. Eso para ella definitivamente “influye en el mal gusto de la gente, porque eso que ves allí, se vende”, dice mientras señala la feria de adornos de yeso, algunos brillantes, dorados o plateados simulando ser de bronce; la feria de muñecos de peluche, “como si las madres fuéramos bebés. Tremenda cursilería, ¿verdad? ¿Qué madre querría que le compraran un oso amarillo?”; y la feria de flores plásticas o de papel, que “a la primera cagada de mosca están para botar”.

La indignación de la desconocida invita a adentrarse entre las mesas improvisadas sobre las cajas y las sombrillas de playa que los vendedores han puesto para librarse del sol que no perdona a nadie.

“Vamos, todo por uno, dos y hasta cinco pesitos nada más”, pregona un vendedor y es cierto, los muñecos de yeso son baratos, asequibles a los bolsillos, a diferencia de la feria Arte para Mamá, en Pabexpo, en Miramar.

“Allá va quien puede ir y aquí el resto, que somos la mayoría”, dice una de las vendedoras, la que parece más sensata porque su propuesta son sombreros y abanicos, que la gente no valora bien, pese al calor que está haciendo en la calle este mayo.

La competencia de los muñecos de yeso son los de cerámica de la Isla de la Juventud. En ambos materiales, la producción en serie lleva a que algunos tengan apenas rostro, no obstante, te encuentras diciendo, “ay, qué lindo”, y cuando miras sientes que el elogio es sincero.

Figuras de yeso a la venta por el Día de las Madres (foto del autor)

El yeso ha cambiado mucho desde la década del 90 para acá. A veces, como por nostalgia, conservan los mismos diseños, pero ahora parecen “muñecos de shopping”, dice una de las compradoras del parque El Curita. Porque que Monte y Águila no es el único sitio donde está la feria de “cosas horrendas” para algunos y de “oportunidades” para otros. Están diseminadas por toda la ciudad.

“A mi mamá un día le regalaron uno de esos y lo dejó en la esquina de la mesita de centro de la sala para que el que primero pasara, tropezara y lo rompiera”, cuenta alguien que entró a la de Monte y Belascoaín. “Y la gente cómo los compra”, parece asombrada de un fenómeno que combina el mal gusto sí, pero la necesidad, sobre todo para quien compre las figuritas de yeso porque los muñecos de peluches son extremadamente caros. “De 10 CUC no bajan y los hay hasta de 30 CUC. Déjate de abuso, quien compre eso para su mamá, es porque tiene mal gusto y ya”, dice la misma compradora cuando se le trata de variar su opinión.

Y cuando uno cree que lo ha visto todo entre naturalezas muertas, tarjetas de papel fotográfico con frases románticas, maderas con pirograbados, cuadros de caballos y otros animales, prendas plásticas y de acero quirúrgicos, globos inflados felicitando por cualquier cosa, te encuentras en las tiendas carteles hechos con muy buenas intenciones, a mano, escritos sobre cartones que dicen, “Felicidades, Mamá”.