MIAMI, Estados Unidos. – Aunque cientos de miles de cubanos que han logrado establecerse con éxito en Estados Unidos, el peso de las políticas de migratorias implementadas por la administración de Donald Trump se está llevando por delante a los nuevos inmigrantes de la isla caribeña.
Un caso ilustrativo de la inconformidad de los cubanos con las nuevas reglas es el de Midalis Rodríguez, una residente en Hialeah que teme por la suerte de su esposo Yoel Alonso, detenido en una cárcel de inmigrantes en Luisiana.
De acuerdo con la revista Mother Jones, Alonso llegó a Estados Unidos en octubre del pasado año. Tras solicitar asilo político en la frontera, se encuentra recluido de forma indefinida en un centro de detención de ICE. Según su esposa, se trata de un trato discriminatorio hacia los cubanos, ya que, alega, vio salir a algunos hondureños y nicaragüenses de las cárceles de Luisiana.
La situación dista bastante de lo que ocurría hace más de dos años, cuando los cubanos, amparados en la normativa de “Pies secos, pies mojados” podrían ingresar a los Estados Unidos por cualquier punto fronterizo para luego regularizar su estatus legal.
Sin embargo, ahora, los cubanos están empezando a ser tratados como todos los demás: encarcelados, presionados en tribunales severos y luego deportados.
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