LA HABANA, Cuba.- Los cubanos acudimos con cierta frecuencia a aquello que reza “a veces es peor el remedio que la enfermedad”. Y ahora la frase adquiere suma importancia a raíz de la próxima celebración en Lima, Perú, de la VIII Cumbre de las Américas.
Durante los últimos tiempos la izquierda chavista de la región clamaba por que el gobierno cubano fuera invitado a esas cumbres, y así eliminar lo que consideraban una exclusión injustificada.
Al fin, en la pasada cumbre de Panamá celebrada en 2015, por primera vez el gobernante Raúl Castro estuvo presente en esas citas. Además, Cuba envió una nutrida representación de la supuesta “sociedad civil” de la isla, conformada en realidad por organizaciones apéndices del Partido Comunista, y por tanto no exponentes de los genuinos intereses de la ciudadanía. Por si hubiese sido poco, la delegación castrista utilizó la violencia para contrarrestar la presencia en Panamá de cubanos que representaban la sociedad civil independiente.
Por ironías de la vida, el grueso de la delegación castrista que tomará parte en la próxima cumbre de Lima, en específico en el Foro de la Sociedad Civil, lo hará en la coalición no.15, cuyo tema central será “Por un mundo inclusivo y respetuoso”.
Lo anterior parece tan descabellado como cuando vemos que Cuba forma parte de una Comisión de Derechos Humanos en las Naciones Unidas. Porque ya, desde este miércoles 21 de marzo, tanto en Lima como en La Habana, el castrismo reafirmó que se opondrá a la presencia en la cita limeña de la auténtica sociedad civil cubana. Es decir, que enarbolarán la exclusión en un contexto donde solo debería de haber cabida para la inclusión.
En la reunión preparatoria de Lima, el representante castrista ripostó con un irrespetuoso “Con Cuba no te metas”, después que un miembro de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia mencionó el reciente incidente en La Habana cuando dos ex presidentes latinoamericanos fueron expulsados de la isla para impedir su participación en una actividad organizada por la activista Rosa María Payá.
Resulta risible el argumento castrista de que los miembros de la sociedad civil independiente no tienen representatividad porque apenas son conocidos por la población. Pero callan el hecho de que la prensa oficialista hace hasta lo imposible por no mencionar sus nombres. Por ejemplo, en el referido incidente solo mencionaron los nombres de Andrés Pastrana y Jorge Quiroga, pero ni una sola palabra de la anfitriona cubana. Acerca de ella expresaron únicamente que formaba parte de “grupúsculos mercenarios anticubanos” pagados por Estados Unidos.
Por otra parte, la sede de la oficialista Central de Trabajadores de Cuba (CTC) fue sede este miércoles 21 del denominado II Foro Pensando Américas. Un cónclave que se organizó con el objetivo de pertrechar a la delegación castrista que viajará a Lima.
El primer acuerdo emanado de ese cónclave expresa: “Rechazar inequívocamente la presencia en Lima, en el marco del proceso preparatorio del Foro de la Sociedad Civil de la VIII Cumbre de las Américas, de ciudadanos de origen cubano y organizaciones mercenarias al servicio de gobiernos e instituciones extranjeras, que no cuentan con reconocimiento y legitimidad alguna” (Declaración final del II Foro de actores sociales y de la sociedad civil cubana Pensando Américas”, periódico Granma, edición del 22 de marzo).
Es probable que también los hayan entrenado en cómo propinar empujones, patadas y piñazos.
