Inicio Cuba De guerrilleros a narcotraficantes: La gran mutación Cubanet

De guerrilleros a narcotraficantes: La gran mutación Cubanet

Guerrilleros de las FARC (enfoquenoticias.com.mx)

LA HABANA, Cuba. – Desde su llegada al poder en 1959, y tras proclamar el carácter socialista de eso a lo que se llamó “revolución, Fidel Castro se empeñó en dar apoyo a movimientos terroristas como las Panteras Negras en los Estados Unidos y a los separatistas vascos en España, convirtiendo a la isla en un territorio de asesoría militar e ideológica para esos grupos extremistas que, según soñara el “rebelde”, exterminarían para siempre al capitalismo.

Exportar su experiencia guerrillera por el mundo, especialmente en América Latina, fue su gran sueño y lo consiguió. Tanto que hoy se le señala como uno de los hombres que más víctimas mortales propició en todo el hemisferio. Sobre sus espaldas cargará por siempre un montón de problemas en los que metió sus narices.

Uno de los rasgos distintivos de estos movimientos formados por Castro fue, sin dudas, la mutación, y un ejemplo son esas guerrillas colombianas que dejaron de apostar por los cambios sociales, por un nuevo orden mundial que propiciara relaciones justas entre humildes y poderosos, un romántico intento de equilibrar la balanza…, consiguiendo que las “dictaduras del proletariado” se hicieran del poder, aunque no consiguieron otra cosa que hundir a esas naciones en el dolor, la división, y hasta en la miseria.

Esos guerrilleros mostraron luego sus verdaderas intenciones, las de narcotraficantes, las de asaltadores de bancos, extorsionadores y secuestradores. Así los vimos después de que intentaran mostrar sus vocaciones libertarias, armando finalmente partidos políticos que los podrían llevar al poder y seguir los pasos del dictador cubano que los comprometió desde un inicio.

Desde esa misma llegada de Fidel Castro al poder, en complicidad con la Unión Soviética y demás países del campo socialista, los movimientos izquierdistas fueron extendiendo sus tentáculos en cada lobby internacional, queriendo que sus adeptos ocuparan puestos, como funcionarios, en los distintos organismos, con especial énfasis en la Organización de las Naciones Unidas.

Uno de los casos más connotados fue sin dudas la creación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), dirigida por el “guerrillero de alma”, el colombiano Iván Velázquez, uno de los contactos más constantes y prominentes de la guerrilla en Colombia. Su cercanía con importantes sectores de la izquierda y algunas acusaciones que lo enlodan con asuntos turbios, han sido fuente de escándalos y comidilla de primeras planas; por lo que su actual argumento de intentar impartir la ley, no es creíble, más si se piensa en el caso de Vielmann, un burdo ajuste de cuenta.

No obstante, Iván Velázquez, una vez en la cima de la CICIG, secundado por el Lic. Juan Francisco Sandoval y por la Fiscalía Especial Contra la Inmunidad (FECI), se ha ocupado en perseguir a sus opuestos ideológicos; esta vez ha ido por la cabeza de Carlos Vielmann, quien fuera absuelto en España por el delito de “ejecuciones extrajudiciales y tortura”, y al que hoy se le intenta preparar una condena. Una especie de venganza y limpieza, para preparar un futuro terreno político, es el sabor que nos deja la trama.

Para ello, han usado a cuatro esperpentos de las bandas criminales Pasaco y Agosto Negro, quienes no serían pedidos como testigos ni por sus propios compañeros de delincuencias. Testigos asesinos, sí, juzgados y condenados, como en el caso de la señora Isabel Bonifasi de Botrán, una tierna abuelita de 71 años secuestrada el 16 de noviembre de 1996, y encontrada sin vida dos meses después de que sus asesinos cobraran un sustancioso rescate.

Estos bandidos son los escogidos por la CICIG y la FECI como los “flamantes” testigos contra Vielman; solo que no contaron con la posibilidad de que fuera publicada una grabación que hizo en cautiverio, donde se escuchan las voces de los funcionarios, usando la misma moneda de cambio que ya los bandidos conocen: el chantaje,  para presionarlos y que acepten ser los testigos de un acto que no sucedió.

En ese afán, no ha importado perjudicar los sentimientos de la familia Bonifasi de Botrán, que ha recurrido a una carta pública para compartir el dolor y la indignación por la posibilidad de ver libres a estos criminales, en un acto de total arbitrariedad e injusticia, con el único fin de lograr inculpar a Vielmann por hechos con hechos por los que ya fue juzgado y absuelto.

En tiempos en que la izquierda en el mundo está perdiendo espacio, en especial en América Latina, los sátrapas, los guerrilleros del llano, acometen su limpieza y hacen  labor de zapa. Desaforadamente atacan a cuanto político le estorbara en el pasado, o les haya apresado a alguno de sus secuaces de lucha. La ONU está plagada de personajes turbios que agazapados esperan la oportunidad de morder las yugulares de los sectores más conservadores.

Iván Velázquez buscó cada vez más la complicidad con la calaña de moda, con los peores delincuentes, con cualquiera que viviera al margen de la ley; y habituados a brindar con la sangre de sus víctimas, muestran las dotes de su gran maestro, y con impunidad se ufanan del hecho de ser los alumnos aventajados de Fidel Castro, el dictador en jefe, ese al que no le bastó con ser el déspota matón de una pequeña isla del caribe, y que soñó con ser un gran emperador, y América Latina le servía, y también África, al menos para el inicio de ese proyecto que hasta podría convertirlo en el dueño del mundo. Sin dudas Castro ha dejado un gran legado que es muestra de los horrores que cometen las izquierdas. Los horrores de este hombre, barbudo y loco, siguen dejándose ver en nuestra América.