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El divino poder de Raúl Modesto

Raúl Castro (Foto Reuters)

LA HABANA, Cuba. – El socialismo fracasó cuando millones de cubanos prefirieron ser dueños de sus negocios, cuando empezaron a huir de Isla por las promesas incumplidas de bienestar económico.

En fecha reciente, en el 58 aniversario del Ejército Oriental, Raúl Modesto Castro Ruz felicitó al “Señor Ejército” –así lo llamó– “por los resultados alcanzados bajo la concepción estratégica de la guerra de todo el pueblo y el espíritu inclaudicable de Fidel”.

Lo primero que le puede llamar la atención a cualquier cubano es la idea de “la guerra de todo el pueblo”, porque la inclaudicabilidad espiritual del difunto –ya  sabemos– corresponde al concepto divino del poder político de los hermanos Castro.

De manera semejante, Hitler también estableció un sistema de control totalitario sobre el individuo, algo propio de Dios y no de un simple político transitorio en la Tierra.

¿Será que Dios castigó a Hitler para finalizar la historia?

Pero veamos qué ocurre con el poder de Raúl Modesto y por qué la virtud inherente del socialismo se basa en el equitativo reparto de la miseria, como bien dijo Winston Churchill. Aunque –agregaría yo–, los jefes socialistas viven como ricos.

En la versión taquigráfica de un discurso ofrecido en días recientes por Raúl Modesto al recibir el Premio Lenin, otorgado por los viejos comunistas rusos a los que les ha sido imposible llegar al poder, Raúl Modesto dijo que no lo recibía a título personal, sino en nombre de todo nuestro pueblo.

¿De dónde saca Raúl que “todo nuestro pueblo” es fiel a la ideología comunista, que desfilaron seis millones de cubanos el 1ro de mayo pasado y que su guerra personal y la guerra de sus altos jefes militares es “la guerra de todo el pueblo”?

Vale la pena analizar, aunque brevemente, su aseveración de que el Premio Lenin es una muestra fehaciente de las relaciones ruso-cubanas.

¿Recuerdan cuando la URSS abandonó al régimen castrista en momentos difíciles y a espaldas de Fidel y Raúl pactó con Estados Unidos en 1962, durante la Crisis de los Misiles?

¿Recuerdan cuando, en 1990, con el desmerengamiento del comunismo soviético, Cuba se quedó sola, con una deuda imposible de liquidar?

¿Recuerdan que no se trató de una ayuda desinteresada y solidaria, sino de un préstamo de millones de dólares que aún no hemos terminado de pagar?

Entonces, ¿de qué gratitud habla Raúl, si quien salvó al régimen castrista de morir sometido a las peores penurias fue el difunto Hugo Chávez con el dinero del pueblo venezolano, uno de los países más ricos del mundo, hoy convertido en un desastre a causa del Socialismo del siglo XXI?

¿Qué le debemos entonces a la URSS?

En el siglo pasado, cuando Fidel le dijo a Raúl que sin la ayuda soviética su gobierno no hubiera podido salir victorioso en aquellos primeros años de Revolución, mintió rotundamente.

El socialismo fracasó cuando millones de cubanos prefirieron ser dueños de sus negocios. Fracasó cuando millones de cubanos empezaron a huir de Isla por las promesas incumplidas de bienestar económico, por su ineficacia en corregir todo lo que entorpece y retrasa el camino a la prosperidad, por la corrupción que a diario revelan los periódicos de Fidel y Raúl, por la falta de producción y pésima calidad de sus escasos productos.

El 7 de febrero de 2008 CubaNet publicó una información tomada de El Nuevo Herald sobre el llamado que hizo el diario oficialista Granma “para eliminar la mentira, el hipercriticismo y reconocimiento indebido en las filas del Partido Comunista Cubano”. El artículo, firmado por la periodista María Julia Mayoral, se pronunciaba contra la militancia acostumbrada a mentir.

¿Quiso decir la periodista que Raúl Castro estaba entre los peores dictadores, el número 21 según la revista Foreing Policy?

La razón es obvia: Raúl Modesto es incapaz de reconocer que el régimen que dirige es obsoleto, que justifica su fracaso de más de medio siglo gracias al embargo económico de Estados Unidos, que reprime o encarcela a opositores y periodistas independientes porque no puede ser desafiado como si fuera el hijo de Dios que recibió la carga del gobierno.

Entonces, ¿qué ocurrirá al final de la historia, convertido en un desastre total el gobierno de Fidel y Raúl?

¿Cuál castigo recibirán de Dios?