Inicio Cuba Escasez, maltratos y mala calidad: la oferta de los mercados en Holguín

Escasez, maltratos y mala calidad: la oferta de los mercados en Holguín

HOLGUÍN, Cuba.-  Aunque la oferta en el mercado Los Chinos, el más grande de la provincia, no era variada, al menos era lo que necesitaban las personas que decidieron hacer la cola tras ver desde afuera, a través de la cerca, un cartel que anunciaba diez productos del agro.

A las 7:30 de la mañana abrió el mercado y una avalancha de personas se precipitó por la puerta en una carrera de velocidad para llegar a los puntos de venta ubicados dentro de la instalación.

Gran sorpresa se llevaron al advertir que los quioscos estaban vacíos a la espera de ser abastecidos. “¿Cuándo traen la mercancía?”, preguntó un joven. “No sé”, respondió el vendedor sin mirarlo y de mala gana.

Las respuestas descorteses de los dependientes alteraban aún más a las personas. “Recuerden que nosotros somos su razón de ser. Si esto fuera capitalismo ustedes nos tratarían mejor”, respondió una joven.

Una larga espera en vano comenzó a molestar a los clientes que no comprendían el porqué de la demora. Finalmente, el responsable del mercado informó que los almacenes estaban desabastecidos a la espera de mercancía. Una explicación que irritó a los clientes. “Si no tienen ofertas ¿por qué anuncian los productos?”, preguntó un muchacho. “La persona encargada olvidó retirar las ofertas. Pedimos disculpas”, respondió el directivo. “Queremos comida no disculpas”, gritó alguien.

Una hora después llegó un camión con tomate, pepino y frutabomba. Una cantidad que visiblemente no abastecería a la gran multitud de personas que hacían cola para comprar.

Luego de media hora de trámites y papeleo, finalmente comenzaron a bajar y distribuir la mercancía hacia solo dos puntos de venta de los 12 que tiene el mercado.

A medida que avanzaba la mañana llegaron otros dos camiones con una mercancía similar al del primero, aunque uno de ellos transportaba unos pocos sacos con ají pimiento, que no satisfacían la demanda.

A kilómetros a la redonda no había otro lugar donde se ofertaran productos del agro. Los vendedores ambulantes tenían prohibida su actividad bajo amenaza de multas de gran cuantía y el decomiso de la mercancía, “como medida preventiva” de las autoridades sanitarias para detener la compleja situación epidemiológica provocada por el coronavirus.

Dentro del mercado la cantidad de personas crecía y, como hormigas, se movían de un lugar a otro con la esperanza de encontrar alimentos para llevar a casa. Era evidente el descuido generalizado para evitar el contagio de la COVID-19: lo más importante era comprar alimentos. “Cuando tenemos hambre olvidamos la pandemia y pensamos más en la comida”, dijo unos de los compradores a CubaNet.

Ante la incapacidad estatal de satisfacer las necesidades del pueblo, muchas personas coinciden en que el mercado funcionaría mejor si fuera privado. “Estaría más abastecido, con mayor variedad, puntualidad, respeto al cliente y abierto los siete días de la semana”, opina José Bonell, quien llegó a las 6 de la mañana y ahora pasada las 10 no ha logrado comprar.

El padre de Bonell le contaba cómo los descendientes de los inmigrantes chinos mantuvieron la tradición de sus progenitores y eran capaces de sostener una oferta estable y abundante en el lugar. “Pero desde que el estado se apropió del mercado todo empeoró y la escasez aquí ha sido casi permanente. El gobierno quiere culpar al coronavirus del desabastecimiento. Pero desde que yo tengo uso de razón aquí siempre hubo colas y carencias”, dijo Bonell.

Dentro del mercado una tarja metálica de la asociación de descendiente de la colonia china en Holguín rinde homenaje a los laboriosos trabajadores asiáticos: “A los emigrantes chinos asentados en Holguín…los que fueron ejemplo de consagración al trabajo, honradez y lealtad”.

Los holguineros citan con frecuencia la feria del agro dominical donde concurrían vendedores privados para ofertar sus productos a lo largo de una calle cercana al mercado Los Chinos. “En la feria podías encontrar de todo, con calidad y a diferentes precios. El mercado Los chinos se quedaba muy por debajo en las ofertas. Pero con la pandemia las autoridades encontraron el pretexto para suspender hace un año la feria y ahora tenemos que sufrir de la escasez de alimentos por la incapacidad de los dirigentes del gobierno para abastecer al mercado”.

Como una burla al pueblo se han calificado las gigantografías colgadas en las paredes de las oficinas administrativas y algunos puntos de venta donde se observan cárnicos, frutas, viandas, hortalizas y hasta huevo, productos que hace mucho tiempo no se ofertan.

Mientras la mañana transcurría, la frase ‘pan y circo’ cumplía su objetivo en un quiosco sin ofertas destinado a la venta de productos cárnicos, desde donde la música amplificada a todo volumen no cesaba. Dentro del local, el “carnicero” encogía los hombros cada vez que alguien le preguntaba por la venta de la carne. “Deberían eliminar la palabra pecuario del nombre del mercado”, comentó un joven haciendo referencia a la identificación del sitio como Mercado Agropecuario.

Adivinar cuál quiosco será abastecido es como un juego de azar donde la ‘buena suerte’ y la habilidad son imprescindibles para ganar. Una mujer y un hombre corren y al verlos los demás los siguen pensando que abastecerán un quiosco. La risa estruendosa de una vendedora se escucha: era una falsa alarma.

Entre los pocos productos distribuidos predomina la mala calidad: tomates verdes y pequeños, pepinos muy maduros, mazos de lechugas marchitas y un puré de tomate con un sabor “extraño” y un poco aguado. “La mercancía es pésima, pero tenemos que comprarla porque no hay más opciones. Ahora esto lo utilizan como estadística en el noticiero para decir que se cumplió el plan de venta sin tener en cuenta la calidad del producto”, comentó Frank Cardet a una pregunta de CubaNet.

Sin embargo, la oferta para el turismo de los hoteles es superior, como lo muestran los medios oficiales de información. “Siempre ha sido así, a los turistas le ofrecen lo mejor y a nosotros nos dejan los huesos pelados y los productos que rechazan los hoteles. ‘La calidad es el respeto al pueblo’ es la frase del Che que nunca se ha cumplido en este país. Esa pintura gigante con el rostro del Che al lado de la puerta de la administración es lo más cínico que puedes ver en este mercado”, afirmó Cardet.

Un señor con una mochila a la espalda se acerca a los locales climatizados dentro del mercado y, según la tablilla de ofertas, de los 22 productos que se debían ofrecer solo hay dos a la venta: mojito criollo y emoción picante. “¿Cómo voy a comprar esto si no hay comida para después echárselo? Esto es una burla”, dice el señor.

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