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Escritores cubanos se exilian en España por represión del régimen

Ileana Álvarez y su esposo Francis Sánchez. (Foto Facebook)

MIAMI, Estados Unidos.- Dos conocidos poetas, escritores y ensayistas cubanos decidieron exiliarse en España hace apenas dos semanas debido a las “presiones y amenazas” a las que estaban sometidos por parte de las autoridades en la Isla. Se trata de Ileana Álvarez y su esposo Francis Sánchez, quienes salieron de Cuba junto a su hijo menor.

Álvarez fundó la revista Alas Tensas en 2016, un medio independiente que desde el feminismo explora temas como la violencia de género en un país que ha estado durante décadas alejado de las discusiones sobre el papel de la mujer en la sociedad. Y Sánchez, por otro lado, es autor de más de 20 libros publicados en Cuba, México, España y Estados Unidos. Desde Ciego de Ávila, en el centro del país, fundó la revista Árbol Invertido en 2005, que concibió como un espacio para reflejar las necesidades y las voces de las comunidades creativas fuera de La Habana.

En una extensa entrevista que publicó 14 y Medio, Sánchez dijo que los motivos que les llevaron a tomar tan drástica decisión fue el hostigamiento tan fuerte que recibieron en los últimos meses. “Desde marzo empezamos a recibir un gran hostigamiento. A Ileana la interrogó y amenazó la Seguridad del Estado, me entrevistaron al entrar al país y me decomisaron una laptop. En poco tiempo, nos convertimos en objetivos para la Seguridad, vinieron intimidaciones muy fuertes, nos prohibieron salir del país varias veces, coaccionaron a amigos y colaboradores, y empezamos a notar peligros que tocaban incluso a nuestros hijos”.

“Me hallé con frecuencia en medio de censuras y otras situaciones desagradables. Era una resistencia diaria desgastante, a veces me decía que ese era mi destino. Sin embargo, Nos dimos cuenta de que podíamos quedar atrapados en la falacia de algún tipo de caso legal común, dudo que entonces hubiéramos tenido forma de salir o de lograr apoyo, algo de lo que hoy estoy más convencido”.

Para Ileana las circunstancias no estuvieron lejos de las de su esposo. “El acoso ideológico y psicológico sufrido en los últimos meses por realizar una revista feminista independiente hizo tambalear mi fe. Lejos de lo que estaba sucediendo en el mundo, el feminismo interseccional, para nada esencialista, incluso desde la cultura que realizaba Alas Tensas, se había convertido en algo peligroso para las estructuras del Poder patriarcal existente en Cuba”.

“La situación se volvió particularmente intolerable, no podíamos bajo ese acoso, que incluía a nuestros colaboradores, seguir desarrollando nuestro trabajo. Me sentía como mujer, madre, periodista y poeta que vivía en provincia, aún más vulnerable y sola. Vi que mis hijos ya no estaban seguros, y eso es muy doloroso y desequilibrante para una madre”.

Para los escritores quedarse en la Isla implicaba el riesgo de que “algunas de las graves amenazas que la Seguridad del Estado me había hecho se convirtieran en realidad y afectaran a personas queridas e inocentes; me enfrentaba a un mayor daño psicológico y emocional del que había sufrido y que estaba repercutiendo seriamente en mi estado físico”.

Francis Sánchez obtuvo la ciudadanía española por la Ley de la Memoria Histórica en 2010, ahora su hijo se acogerá a la misma ciudadanía por opción, mientras Ileana obtendrá su residencia.

Álvarez y Sánchez dicen que por el momento no piensan regresar a Cuba, sin embargo si les gustaría en el algún momento volver, pero “quisiéramos regresar a un país diferente, donde el real activismo feminista no sea un motivo de amenazas, el periodismo independiente no se demonice y la libertad de expresión de los artistas no aparezca maniatada por el Estado. Lo ideal sería volver a un país en que nadie tenga miedo de decir lo que piensa. De paso, si nos dieran a escoger, encontraríamos entonces una sociedad en que tampoco existan dos abominaciones, la pena de muerte y los actos de repudio. En fin, esa Cuba con la que soñamos, y que todos los cubanos, independientemente de nuestras diferencias, y estemos donde estemos, tenemos derecho a construir”.

Entretanto el matrimonio y su pequeño hijo se construyen una vida en el exilio, la cual han decidido enfrentar como los millones de cubanos que se han visto obligados a abandonar su país. “Por ahora “afuera”, apenas contamos con tiempo para imaginar, disponemos de muy poco aparte de nuestra voluntad (…). Estamos dispuestos a trabajar en lo que sea y empezar de cero igual que millones de compatriotas lo han hecho, por el tiempo que lo consideremos necesario, y volver a Cuba cuando nos parezca oportuno”.