Inicio Cuba Espacio Aglutinador: el modo de Sandra Ceballos de administrar la democracia

Espacio Aglutinador: el modo de Sandra Ceballos de administrar la democracia

Catálogo de Malditos de la Postguerra (Foto cortesía del autor)

LA HABANA, Cuba.- Tras 24 años de fundada, la galería Espacio Aglutinador sigue proponiendo proyectos “originales y extravagantes” para el contexto cubano. Malditos de la Postguerra es una de sus producciones con dos años de existencia y con perspectivas de extenderse hasta el 2019.

“Malditos de la Postguerra es un programa de seis exposiciones”, cuenta Sandra Ceballos a CubaNet y explica que “estaba diseñado para empezar en el 2016 y terminar en el 2018”, pero las condiciones en que quedó la casa galería tras el paso del huracán Irma obligó a la galerista a reparar techos, paredes y pisos deteriorados.

Una vez reparado, Ceballos hace un recuento, catálogo en mano, de lo que ya ha pasado y de lo que pasará. “Ya se hizo la de Juan Sí, que en el catálogo aparece con algunas imágenes de la época y un texto de Coco Fusco; después vino Omni Zona Franca, con un texto de Yanelys Núñez; y la de Casado con Ángel Delgado. Esas fueron las tres primeras”, dice.

“Como son tantos artistas y con características tan diferentes, y eran varios temas dentro del proyecto, decidí un diseño de varias exposiciones”, aunque lamenta algunas omisiones: “muchos artistas se me han quedado afuera, y algunos por falta de información, como Fonticiella, que finalmente nunca pude conseguir lo que necesitaba o Nicolás Lara, que fueron importantes pero que fueron discriminados dentro del sistema institucional y me duele, pero no pude hacer más”.

Catálogo de Malditos de la Postguerra (Foto cortesía del autor)

“Desde las Catacumbas”, así se llama la próxima muestra “con artistas de la década del 60 y el 70 que estuvieron trabajando hasta hace poco, como Manuel Vidal, que murió en 2003, Chago Armada y Heriberto Manero”. “Vidal no fue censurado por problemas políticos, sino por su personalidad, que no le permitía vincularse directamente con la institución, no iba detrás de los funcionarios, de los especialistas o los curadores, y como se mantenía en su casa fue apartado. Chago fue censurado en el periódico Revolución por su personaje Salomón. Y Manero hizo un taller que se llamaba ‘El taller de Manero’ al que iban muchos artistas a tomar y ponían música rock; eso fue visto como algo oscuro, feo, prohibido, y por ello su trabajo pasó inadvertido”.

En esta exposición también se podrá ver a Jesús González de Armas, de quien “era importante que se supiera qué fue lo que pasó, y cuya historia aparece en el catálogo”, aunque los interesados se tardarán en leerla pues las copias que traía la artista fueron decomisadas por la Aduana de la República.

En febrero, cuando Sandra Ceballos regresó de un viaje a los Estados Unidos que había hecho con el objetivo de comprar algunas cosas para la reparación de la galería, fue detenida en el aeropuerto y “tratada como una delincuente, me pasaron por unos escáner, me tiraron a los perros y me metieron a un cuarto del que solo sobrevivieron cinco lámparas”, tras dos meses de reclamaciones y amenazas pudo recuperar las cámaras, los discos duros y los demás medios de trabajo, pero los catálogo nunca porque eran “material subversivo”, fue el pretexto que le dieron.

A estas muestras le sigue la exposición a la que ella nombra “la bomba” aunque realmente se trata de “Resistiendo al Desalojo”, y en ella expondrán “Tania Brugueras, lo que me ha costado que me llamen varias veces” y con esto se refiere a los interrogatorios de la Seguridad del Estado, “la última vez uno de los personajes que me estaba entrevistando quería que sacara a Tania y a Luis Manuel, y como ya estaba el catálogo impreso le pregunté: a ver, cómo lo hago, ¿arranco las páginas o las quemo en una pira?”.

En esta exposición también están Ezequiel Suárez, cofundador de Espacio Aglutinador y Antonia Eiriz.

“La última exhibición, una muestra colectiva, se llama Exilio: Outside, pero inside too”, y según la curadora tendrá que hacerla en dos partes porque son muchos los artistas que serán incluidos, “aquellos con los que no se cuenta o a los que llaman mediocres en los textos que hacen circular para desprestigiarlos, como a Tania Brugueras, que es una mediocre que llegó al MOMA”.

“En esa muestra está Alejandro López, un artista que se fue hace muchos años y que hace performance; Ana Olema, otra artista bastante polémica; Carlos Martiel; Carlos Rodríguez Cárdenas; Eduardo Marín, diseñador del cartel de la primera muestra que hicimos Ezequiel y yo antes de abrir Aglutinador y que fue censurado, también hizo los carteles de Curadores Go Home! y We are Porno”.

Catálogo de Malditos de la Postguerra (Foto cortesía del autor)

Incluye además a “los dos Zarza, Eduardo y Rafael; Elvis Céllez; Ernesto Leal que no quiso poner obra en retrospectiva sino que eligió una página en negro con un texto sobre la Isla; Énfori García, otro artista de Miami; Fernando Ruiz que vive en Cuba pero que lo tienen borrado del mapa; Angel Lavastida e Ítalo; Luis Manuel Otero, otra de las páginas que tenía que arrancar; Luis Trápaga; Nadal Antelmo; Rafael López Ramos; Vladimir de León; Umberto Peña; René Esteban; Jesús Hernández; Vincench”, y continúa, porque la curadora no quiere que nadie quede sin mencionar pues “no quiero que me vuelva a pasar como con Aldito Menéndez que difamó de mí porque creyó que no estaba en Malditos de la Posguerra y puso textualmente en Facebook: “Malditos de la Posguerra sin Maldito Menéndez. Te lo buscaste Sandra”.

Y aunque es natural que “Malditos de la Posguerra se encuentre con estos fenómenos también porque son artistas malditos”, no excluye que los ataques que ha recibido tengan otro carácter.

“Al principio estaba con Ezequiel y fuimos curadores los dos durante 5 años, pero después pasaron 19 años donde he sido yo la cabeza pensante y eso los machitos cubanos no lo toleran mucho. Es mucho el machismo. No soportan a una mujer que piensa; y si llevo un proyecto con curadurías bastantes originales y extravagantes para el contexto, eso es una ofensa y hay que sabotearlo”.

Recuerda cuando “Elmo Hernández, de la Fundación Ludwing, amenazó a la curadora coreana Yu Yon Kin “con que le restringirían la visa” si hacía la exposición en Aglutinador y se defiende aún más: “lo que no ando por el mundo quejándome que me hicieron esto o lo otro”, afirma.

“Este siempre ha sido un espacio democrático donde puede venir todo el que quiera. Al principio no había represión pero cuando empezamos a trabajar con artistas del exilio como Ernesto Pujol, Eduardo Aparicio, Glexis Novoa, ya la cosa empezó a complicarse y se enredó más cuando trabajamos con Chago. Pero las “grandes cosas”, como ella le llama a la censura abierta, comenzaron a suceder con la exhibición de Casado y el texto de Orlando Hernández.

Casa Galería Espacio Aglutinador (Foto cortesía del autor)

La guerra contra Espacio Aglutinador y Sandra Ceballos ha pasado por varias facetas, desde ser asalariada de la SINA, tener un cibercafé en su casa, hasta llevar más de 20 años sin exponer en ninguna galería cubana, independientemente de algún “curador valiente” que asumiera luego la responsabilidad.

Sin embargo, ella misma declara que “aquí hacemos una fiesta con artistas y ponemos en las paredes de la casa los cuadros que queremos”, entretanto para la exhibición de “Malditos…” le hubiese gustado que los artistas que están en el exilio y se incluyen en el proyecto vinieran, “pero eso es demasiado pedir”, porque no puede administrar el uso que se le dé a la democracia fuera de su casa.