LA HABANA, Cuba. – “Cuando fui sancionado nunca se le comunicó al Sindicato que tenía que haber tomado parte en eso”, denuncia Ignacio Heriberto Hernández González, exempleado de la Empresa Extrahotelera Palmares S.A.
Según Hernández González, era dependiente gastronómico en un DiTú de la zona de Guanabo, en el municipio Habana del Este. El entrevistado asegura que fue despedido “injustamente” sin que mediaran pruebas de la supuesta violación laboral que cometió.
“Supuestamente, fue por la queja de un cliente que dijo que yo le había cobrado mal un producto, aun cuando todos los productos tenían su precio delante. Se me sancionó con separación definitiva de la entidad, sin presentarme al cliente, sin reunirse conmigo, sin informarle ni al Sindicato, a nadie”, denunció Hernández González.
“Cuando presenté la queja en el Órgano de Justicia Laboral con mi abogado, que señaló todas las violaciones cometidas; se limpiaron con todo eso, no hicieron nada e incluso mintieron”, detalló.
A decir del entrevistado, el Sindicato de cada entidad cubana se ha caracterizado siempre en defender más a directivos que a trabajadores, por lo que asegura que los segundos están “desamparados” y “sin derechos laborales”.
Trabajadores del sector turístico denuncian violaciones de sus derechos laborales
“El Sindicato siempre ha seguido las indicaciones de la Administración, nunca ha sido un defensor de los trabajadores en ningún lugar donde he estado, nunca se ha puesto en función de la defensa de los trabajadores; no está ni pendiente de las condiciones en las que laboras. Sin embargo, desde principio de año tienes que pagar (las cuotas mensuales) porque te lo exigen”, apuntó.
Hernández González se desempeñó como profesor de Geografía durante 17 años hasta que decidió emplearse en la industria turística en busca de una mejoría económica.
“Me cansé y me fui a trabajar para el sector del Turismo porque creía que tenía mayores posibilidades y mayor desenvolvimiento que en Educación. Pensé que iba a recibir un mejor salario”, dijo.
Para emplearse en el sector del Turismo, uno de los más codiciados por los trabajadores cubanos, el entrevistado tuvo que capacitarse.
“Pasé la escuela de Gastronomía en el antiguo club norteamericano de La Habana, y el (idioma) inglés lo revalidé por los conocimientos que ya traía”, indicó.
Aun así, la mejoría no fue la esperada.
“Ganaba un salario bajo, aunque con las propinas que dejaban los clientes más o menos salíamos un poquito mejor remunerado. Siempre fue un salario bajo que no alcanzaba para nada, y ahora creo que alcanza menos a pesar de la restructuración monetaria”, terminó.
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