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Flotabilidad, de Mabel Poblet, en Galería Habana

Esfera de plexyglass (detalle). Foto del autor.

LA HABANA, Cuba.- Una de las figuras más prominentes del Arte Cubano Contemporáneo es, sin dudas, Mabel Poblet. Graduada del Instituto Superior de Arte (ISA) en 2012, su creación atrae el interés del público y la crítica especializada, distinguiéndose por la recurrencia al audiovisual, la instalación escultórica y la fotografía como medios fundamentales de expresión.

Flotabilidad lleva por nombre la muestra de la joven artista que por estos días, y hasta el próximo 14 de septiembre, se exhibe en Galería Habana. El conjunto de obras, producidas en fecha reciente, resume la fascinación de Poblet por romper las pautas formales dentro de la creación plástica. Esculturas, video-instalaciones y fotografías aportan un discurso singular donde se combinan la autorreferencialidad y el empleo de las nuevas tecnologías para crear una atmósfera casi sideral, psicodélica donde el espectador se entrega a una experiencia marcadamente sensorial.

En esta oportunidad, la artista contó con la colaboración del compositor y productor venezolano Andrés Levín, uno de los más renombrados en el panorama musical actual, con quien comparte además una relación sentimental. A su cargo estuvo la producción del sonido que acompaña las obras expuestas.

En la primera sala, la video-instalación que da título a la muestra proyecta figuras humanas que flotan, inmóviles, para desaparecer y volver luego sobre las aguas, en estrecha complicidad con las luces y el sonido proyectados por la escultura de plexiglás con bocinas insertadas. La esfera, de hermosa factura, domina el espacio y enfatiza la sensación de breve tránsito por un mundo distinto del nuestro, ajeno a la gravedad, el ruido, la mortalidad.

Flotabilidad propone una suerte de vacío inocuo que obliga al espectador a romper con la norma estética habitual para dejarse conducir a otra realidad construida desde sí misma, no como reflejo del acontecer cotidiano. Sin embargo, parte de la lógica que anima el quehacer de Mabel Poblet está marcada por conflictos de índole personal que alcanzan resonancias universales a través de un discurso plástico que apunta a la fragilidad de los individuos.

Sleepless es una serie de cinco fotografías montadas en cajas de luz, que cubren los paneles de la sala intermedia. Cada imagen refleja un fragmento del cuerpo de la artista sumergido en el mar, devorado por el elemento y a la vez tornándose parte de él. Esa visualidad pletórica de lirismo, atractiva por su belleza y capacidad de intrigar al espectador, es una constante en la poética de Mabel Poblet.

La video-instalación Plegarias cierra la muestra con diez esferas colgantes, en las cuales descansan fragmentos de vidrio. Sobre los cristales son proyectadas imágenes de personas, produciendo la impresión de que flotan, emergen de las profundidades o se dispersan. El juego visual atrapa la mirada con un efecto hipnótico que se transmuta en diálogo relajante, un instante vivencial desconectado de lo externo, en otra dimensión donde solo hay una presencia ineludible: el agua.

Flotabilidad tiene que ver con lo espiritual, la indagación metafísica y la necesidad de autoconocimiento. Es una nueva expansión del universo estético de Mabel Poblet y un indicador de los caminos que se van abriendo en el arte contemporáneo cubano, dominado por generaciones que buscan trascender los traumas nacionales, al menos desde sus lecturas más obvias, para proponer miradas personales sobre el sujeto, la historia y la memoria.