Inicio Cuba Herederos del poder en Cuba: los clanes Rosales del Toro-Puebla

Herederos del poder en Cuba: los clanes Rosales del Toro-Puebla

De izquierda a derecha, Fide Castro, Raúl Ulises Castro y Rosa Martínez Rosales

LA HABANA, Cuba. – La “dolce vita” de la extensa familia Castro, aunque en algunos aspectos continúa siendo un misterio, no es del todo desconocida. Viajes, vacaciones regulares, placeres y excentricidades costosísimas contradicen ese bombardeo de consignas contra el capitalismo que a toda hora recibe el cubano de a pie, hoy obligado por la nueva Constitución a “construir el socialismo”.

Otro puñado de familias, pertenecientes a esa élite de privilegiados que conforman la cúpula del poder político y económico, y que han creado redes de filiación, parentesco, afinidades y complicidades de diversa índole, han pasado inadvertidas no solo para el común de las personas sino para la prensa, precisamente por el manto de silencio y desinformación que despliega el Partido Comunista de Cuba y sus principales figuras sobre temas que les son incómodos, además por la falta, a todas luces intencionada, de una política de transparencia junto a una ley de libre acceso a la información para todos los ciudadanos, dos elementos centrales que, junto con otros, pudieran evitar el nepotismo, la corrupción y la inmunidad legal que recorre la estructura de poder en Cuba.

Un ejemplo de una de estas castas, creadas a la sombra de los Castro y sobre la base de la lealtad probada, tal como sucede en cualquier formación de tipo mafioso o, en el mejor de los casos, corporativo, es el de dos clanes de militares de alto rango como los del general Ulises Rosales del Toro y la generala Delsa Esther Puebla Viltre (Teté Puebla), ambos emparentados debido al matrimonio entre la hija del primero y uno de los hijos de quien además de guerrillera de la Sierra Maestra, diputada a la Asamblea Nacional, fuera Jefa de la Sección Militar del Partido Comunista de Cuba entre finales de los años 70 y buena parte de los 80.

Aunque en un plano por debajo de los llamados “Comandantes de la Revolución”, una clase a la que no pertenece, Ulises Rosales del Toro es poco más conocido dentro y fuera de Cuba no solo por haber presidido, debido a su cargo de Jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, el tribunal militar que condenó a muerte al general Arnaldo Ochoa Sánchez, después que los servicios de inteligencia de Estados Unidos destaparan el vínculo del gobierno cubano con el narcotráfico en la región sino, además por haber ocupado varias carteras ministeriales hasta en la actualidad llegar a presidir el Grupo Empresarial AzCuba, creado con los restos del que fuera el Ministerio del Azúcar, cuya industria fue desmantelada por él mismo a pesar de la tragedia que constituyó tal decisión de Fidel Castro Ruz.

En los últimos dos años, una de sus hijas, la ingeniera civil Perla Rosa Rosales Aguirreurreta, ha ocupado en diversas ocasiones los titulares de la prensa independiente por haber sustituido al historiador Eusebio Leal Spengler al frente del grupo Habaguanex S.A. luego que este fuera absorbido, al modo de “golpe de Estado”, por el conglomerado empresarial militar GAESA.

Aunque se habló muy poco, y casi siempre desde el plano de la especulación, también se pudo conocer de la presencia, como trabajadora, de la nieta de Ulises Rosales del Toro en la entidad empresarial, exactamente en el departamento de inversiones de la entidad dirigida por la madre, y que tal nombramiento se efectuó apenas unos días posterior a que Perla Martínez Rosales se graduara, en diciembre de 2015, como arquitecta en la CUJAE, una prerrogativa que, a pesar de violar todas las directivas internas de una empresa estatal de este tipo, apenas tenía en cuenta una filiación de sangre, o tal vez el hecho de que la niña tuviera como padrinos de nacimiento a la pareja conformada por Raúl Castro Ruz y Vilma Espín Guillois, quienes aparecen en una fotografía mimando a la bebé en casa de Rosales del Toro, a unos días de nacida la nieta favorita del militar leal.

Sin embargo, el espaldarazo a sus dos perlas, Perla Rosa Rosales y Perla Martínez, situándolas en el centro de una de las empresas que más dinero mueve al interior de la economía cubana en cuanto a montos de inversión y turismo, no es el único caso de nepotismo cometido por quien fuera nombrado ministro de agricultura en 2008.

Se tiene registro de que apenas en 2016, Ulises Rosales del Toro introdujo a uno de sus sobrinos en el departamento Comercial de TecnoAzucar, una división del propio grupo empresarial que dirige, siguiendo el mismo patrón que el de otros “privilegiados” que colocan a miembros de su familia en puestos estratégicos no teniendo en cuenta experiencias en la materia o desempeño profesional sino tan solo grado de confianza, lazos de sangre y, en primera instancia, buscando convertir lo que públicamente parece una empresa estatal en un negocio familiar, tal como Raúl Castro Ruz ha hecho con GAESA o Guillermo García Frías con el grupo Flora y Fauna, entidades tras las cuales ocultan un extenso sistema de negocios no solo dentro de Cuba sino en Panamá, México, Holanda, Turquía, Reino Unido, Venezuela, Francia, España, Italia, Estados Unidos, entre otros países.

Graduado en julio de 2015 de Relaciones Internacionales (Diplomacia) y ajeno a los asuntos económicos de TecnoAzucar, la única función de Raúl Ulises Castro Rosales, quien gusta ocultar el Ulises y el Castro en las redes sociales para no llamar la atención, es vacacionar habitualmente en Europa y posar para una cámara fotográfica exhibiendo o la Harley Davidson que colecciona o el carísimo habano que le obsequiara alguno de sus exclusivos amigos, o bien su extensa lista de primos, primas, tías, tíos y hermanos que comparten apellidos con la generala Teté Puebla y el general Raúl Castro Mercader, esposo de Teté, fallecido en 2014, cuyo nombre y apellido han causado desconcierto en más de una ocasión.

También son estas dos familias hoy muy cercanas a la de José Ramón Machado Ventura, en tanto Zulema Rosales Aguirreurreta, hermana de Perla Rosa Rosales, contrajo un segundo matrimonio con un sobrino del actual Segundo Secretario del Partido Comunista de Cuba, de ahí que Marcos Machado Rosales, el pequeño hermano de Raúl Rosales y primo de Perla Martínez, lleve tal apellido.

Raúl Ulises Castro Rosales, hijo del primer matrimonio de Zulema Rosales, recién en el verano del año pasado repitió ese viaje a París que ya se le ha hecho costumbre por esas fechas. Jovial, familiar, un poco narcisista, tal como lo describen varios de sus compañeros de estudios entrevistados por CubaNet, a Raúl Ulises le gusta navegar así como sostener conversaciones en inglés en el círculo íntimo del hogar, un hábito que llama la atención en tanto el general Rosales del Toro es bien conocido por sus radicalismos ideológicos.

No obstante, el chico Castro Rosales, quien lleva su primer apellido por herencia del abuelo el general Raúl Castro Mercader, no es el único del grupo familiar que, con la divulgación de imágenes de sus perfiles de Facebook, dan cuenta de la existencia de una élite con un nivel de vida muy por encima de la de cualquier cubano o cubana incluso con alto poder adquisitivo.

Como su prima y tía de Habaguanex S.A., como Zulema Rosales y Raúl Ulises, el joven de 28 años nombrado Fidel Castro Puebla, hijo menor de Teté Puebla y el general Raúl Castro Mercader, graduado en 2013 de Ingeniería Informática por la CUJAE, ha sido visto en múltiples ocasiones veraneando o haciendo compras de Navidades en Cancún, también pasando la luna de miel con su esposa Yanelis Fernández, toda una semana en el hotel Meliá Marina Varadero donde una habitación supera los 200 dólares la noche, por persona, una bicoca frente a lo que pudo costarle celebrar, en 2015, su primer aniversario de noviazgo.

Esa vez, apenas novios, Fidel Castro (“Fide Castro” le dicen los más cercanos) se fue a una “pequeña excursión” en Europa que duró cerca de un mes o más, y en la que recorrió ciudades como Florencia, Venecia y París, un paseo que en gastos y glamour quizás superó el que, junto a su prometida, en 2014, realizara Jorge Alejandro de Cárdenas García, el nieto heredero de Guillermo García Frías.

Fidel Castro Puebla, un chico del Caribe caprichosamente apasionado por el patinaje sobre hielo y para lo cual no duda en viajar al Palacio de los Deportes en Madrid, se vio en un aprieto y a la vez casi provoca una crisis familiar que pudo escalar a mayores cuando en 2013 el diario brasileño Folha de Sao Paulo lo supuso hijo de Fidel Castro Ruz y denunció el ingreso del chico en la sala infantil de Urología del Hospital Universitario de Sao Paulo, una institución donde no debía tener acceso según las leyes de Brasil por ser extranjero de paso.

El caso nunca fue esclarecido y apenas se sabe que “Fide” Castro debió abandonar Brasil al poco tiempo para evitar quizás el escándalo que se avecinaba y que hubiera podido involucrar a figuras del gobierno brasileño, no obstante, en el tiempo que permaneció en Brasil no desaprovechó minutos para tomarse fotografías en una churrasquería, en la vidriera de Lamborghini, haciendo compras en Nike, Walmart, Carrefour, tal como lo hiciera en la tienda Apple de Florencia, emulando a sus primos, hijos de militares ascendidos de general a empresarios, digamos, como todo un heredero del poder en Cuba.