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Internet en casa: Un servicio lento y caro Cubanet

LA HABANA, Cuba.- En diciembre de 2016 fue noticia la implementación, por parte de ETECSA —monopolio de las telecomunicaciones en Cuba—, de una prueba piloto para poner Internet en 2000 hogares de la Habana Vieja, pertenecientes a los consejos populares “Catedral” y “Plaza Vieja”. El ensayo se extendería desde el 16 de diciembre hasta el 28 de febrero de 2017, y el equipamiento necesario (routers, cables de red…) sería garantizado, de forma gratuita, por la compañía. El único requisito para el usuario era tener una laptop o computadora de escritorio.

Mientras no hubo que pagar un centavo, los beneficiados disfrutaron del servicio y se habituaron al chat, el Facebook y demás facilidades de la red universal. Pero apenas un mes después de concluida la prueba, han emergido los problemas reales de la baja conectividad que existe en la Isla.

La contratación del servicio de Internet ahora cuesta 29 CUC: 19 por la compra del equipo ADSL —antes gratis—, y 10 CUC por la activación del acceso al usuario. A ello se añade que ETECSA ha preparado un plan de paquetes de navegación de treinta horas mensuales, cuyo precio varía de acuerdo a la velocidad del servicio.

Los usuarios pueden elegir desde el más “económico” (15 CUC por 128 Kb/s) hasta el impagable de 115 CUC por 2Mb/s. No hay nada asequible en este arreglo si se tiene en cuenta que el salario promedio en Cuba ronda los 20 CUC (16 USD). Así lo han señalado los clientes entrevistados por el equipo de CubaNet, para quienes el acceso a la información se ha tornado excesivamente caro.

Entre los que nunca pudieron participar de la prueba piloto por no tener computadora, y los que han declinado mantener el contrato una vez terminada esta, quedan 358 usuarios —de un total de 858— que han optado por los distintos paquetes de conexión doméstica. Los que conversaron con CubaNet solo pueden costear planes de 15 o 30 CUC, pero todos opinan exactamente lo mismo: “el servicio es lento, caro y limitado”.

Paradójicamente, durante el tiempo de aplicación del ensayo acudían funcionarios de ETECSA para preguntar a los vecinos sobre la eficacia del servicio; pero ahora que deben pagarlo nadie ha ido a interesarse por la relación calidad-precio. Algunos usuarios se han quejado a la compañía, pero siempre se cae la llamada, los dejan en espera o sencillamente les dicen que “el servicio está lento”. Es un asunto de lo tomas o lo dejas, y las personas terminan cediendo porque al menos no tienen que soportar la incomodidad, el calor y la falta de privacidad propia de los puntos wifi.

A la luz de la lógica no puede entenderse que el servicio haya perdido calidad justo cuando los clientes deben pagarlo. O bien estos, seducidos por la gratuidad, no vieron las deficiencias; o ETECSA aseguró una conexión aceptable para engolosinarlos, y luego regresar a la inoperancia de siempre.

Lo cierto es que a pesar de lo caro que cuesta el Internet doméstico, no hay satisfacción entre los consumidores. Es tan absurdo pagar 30 CUC por 30 horas mensuales con una conexión lenta, que algunos están a punto de volver a las zonas wifi. Consideran que están literalmente “botando el dinero”.

Un estudiante, que necesita del Internet para acceder a bibliografía actualizada, opina que lo ideal sería poner a disposición de los usuarios paquetes de distintos precios, pero sin una cuota mensual de horas y con una velocidad adecuada para descargar archivos de todo tipo. “Como en cualquier parte del mundo”, alega el joven. Sin embargo, Cuba se halla lejos de eso. Entre el miedo del gobierno a que la gente esté informada, y el negocio que para ETECSA suponen la desesperación y necesidad de los insulares, es probable que las circunstancias no varíen en el futuro inmediato.