MIAMI, Estados Unidos. – El abogado y periodista argentino Manuel Gaggero, quien fuera uno de los jóvenes argentinos que pasó entrenamiento guerrillero en Cuba a inicios de los años sesenta, reveló al diario Infobae su experiencia durante el reclutamiento hecho por el Che Guevara y Fidel Castro.
Relata Gaggero que, con el auge de las guerrillas comunistas organizadas y financiadas por Cuba tras el triunfo rebelde de 1959, un grupo de jóvenes argentinos, en su mayoría de izquierdas, llegaron a la isla caribeña a recibir entrenamiento militar.
La movida, ideada por el “Che” Guevara, fue posible gracias a la intervención de John William Cooke, un ex diputado peronista que, por entonces, fue uno de los dirigentes más cercanos al derrocado presidente argentino Juan Domingo Perón.
Según Gaggero, la idea era pasar un entrenamiento militar en Cuba y, posteriormente, iniciar la lucha guerrillera en Argentina. Por tanto, toda la operación de reclutamiento y entrenamiento se desarrolló en total secreto.
El periodista señala que tanto el Che como Cooke buscaban crear un Frente, por lo que había gente de muy diferentes agrupaciones y corrientes políticas, hecho que, a la postre, resultó contraproducente.
“Había varios grupos. Estaba la gente de Palabra Obrera, con el ‘Vasco’ Ángel Bengochea, que por esa época hacían ‘entrismo’ en el peronismo; un grupo de socialistas dirigido por Marino Massi, que luego daría lugar a Vanguardia Comunista; otro grupo del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que eran todos estudiantes partidarios de la lucha armada. Y después había un grupo proveniente de la resistencia peronista, que terminó siendo un problema”, explicó Gaggero a Infobae.
También relata que la imagen radical de la “Revolución cubana” asustó a muchos de los jóvenes argentinos reclutados.
“Lo que pasa es que cometieron un error al juntarnos. Ese grupo de la resistencia venía del peronismo de derecha. Cuando llegaron al Aeropuerto de La Habana lo primero que vieron fueron unos retratos enormes de Marx y de Lenin… Ahí nomás entraron en crisis. Dónde carajo estamos, se preguntaban. Como le tenían cierta confianza al Gordo Cooke siguieron adelante, pero al final le pidieron que les diera una señal expresa de que Perón apoyaba todo eso. Tan de derecha eran que uno incluso terminó después formando parte de la Triple A”, agregó.
A la par, y sin que los reclutas se enterasen, otro grupo de argentinos era entrenado por el Che en la isla. Esa célula estaba encabezada por Jorge Masetti, el futuro “Comandante Segundo” del Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP), quien se instalaría en Salta durante el gobierno de Arturo Illia.
De su intercambio con el Che Guevara, Gaggero recuerda la visión del guerrillero argentino sobre cómo debía llevarse a cabo la lucha en ese país.
“El Che planteaba centralmente el papel de la guerrilla como retaguardia de la lucha y no como vanguardia tal como después sucedió”, relata.
También describe al Che como un hombre de personalidad dura y rígida, casi déspota.
“Al principio parecía distante, porque era muy rígido, duro. Cuando nos reuníamos con él, yo casi no hablaba, era chico y me inhibía su figura. Después vino Celia, la madre, y entonces fuimos varias veces a su casa. Desayunábamos con él, con Celia y con Aleida, su mujer. La madre lo cagaba a pedos, le decía que era muy duro con su propia gente, que no admitía fallas. Además el Che era irónico, y la ironía argentina no es muy grata a los centroamericanos. Eso se veía que les chocaba a algunos cubanos”, dice.
Aunque finalmente ese grupo que se entrenó en Cuba no llegó a desarrollar la lucha armada, si entró en contacto con muchos de los guerrilleros que, posteriormente, caerían junto a Guevara en Bolivia.
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