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La Orchila: Cronología de una intervención rusa en Venezuela

Rusia podría instalar una base militar en la isla La Orchila (Foto AFP)

NUEVA YORK, Estados Unidos. – Con buques de guerra en Cuba y “técnicos” rusos en Venezuela, el Kremlin desafía abiertamente a Estados Unidos en naciones claves sometidas a feroces dictaduras.

El reto de la llegada de una flotilla de la marina de guerra rusa, encabezada por la fragata Almirante Gorshkov -que llegó al puerto de La Habana este lunes-, y el aterrizaje en Caracas de un avión de la Fuerza Aérea de Moscú, solo añaden tensión a la relación entre ambas potencias.

La presencia de “técnicos” rusos en Venezuela ha sido calificada por Moscú como “el cumplimiento de contratos de servicio posventa”. Sin embargo, las declaraciones del viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Riabkov, añaden fuego a la hoguera, al decir que el despliegue de misiles estadounidenses en el este de Europa, cerca de la frontera con Rusia, podría desatar una situación comparable a la llamada Crisis de los Misiles en 1962, cuando Nikita Jruschov y Fidel Castro pusieron al mundo al borde de una guerra nuclear.

Crisis de los Misiles

Castro, en su tiempo, ofreció la isla de Cuba a los rusos y maquinó la famosa crisis de los Misiles, que en 1962 puso al mundo al borde de una guerra nuclear.

Fue el autor del lanzamiento de un proyectil SAM sobre un avión espía U-2 que se veía en la pantalla del radar mientras inspeccionaba las instalaciones rusas en Cuba. Aseguran que preguntó: “¿Para qué sirve ese botoncito… (rojo)”, mientras lo apretaba ante el horror de sus acompañantes.

Puede ser cierto, puede ser leyenda, pero la anécdota me la contó un importante desertor que en aquella ocasión acompañaba a Fidel en el recorrido.

La Orchila

La isla de La Orchila, en Venezuela, es un punto clave que apunta directamente a Estados Unidos, aunque Putin ha negado que Moscú esté creando una base militar ni llevando tropas al lugar.

Escribí hace diez años que la oferta de La Orchila podía ser mortal, pero no sorprendía viniendo del enajenado Hugo Chávez, que, con la perversidad de los locos sueltos, trataba de emular las hazañas de Fidel Castro.

La Orchila era el sitio de descanso de los presidentes y dictadores venezolanos, pero Hugo Chávez le dio otro sentido, al ponerla a disposición de Moscú:

Sábado 14 de marzo, 2009

“…las conversaciones con Venezuela se encuentran en una etapa bien avanzada (…) Chávez nos ofreció una isla entera”.

General Anatoli Zhijariov, jefe del Estado Mayor de la Aviación Estratégica de Rusia.

Viernes 6 de junio del 2008

“Venezuela dispara un misil de largo alcance desde La Orchila, en una maniobra militar en la que lanzaron proyectiles desde un avión Sukhoi 30 y desde una fragata (…) El ejercicio está enmarcado dentro de la maniobra operacional ‘Patria Socialista 2008’ (…) los blancos fueron alcanzados”.

Ministro de Defensa, Gustavo Rangel Briceño,

La Orchila fue famosa en tiempos en que el dictador Marcos Pérez Jiménez corría detrás de la actriz italiana Gina Lollobrigida, persiguiéndola en una moto. Eran días inocentes, en comparación al uso que le quieren dar hoy a la isla venezolana.

Bastó que un general ruso, para asustar al nuevo inquilino de la Casa Blanca, abriera la boca y revelara la oferta de Chávez -la isla La Orchila para usarla como base aérea, además de otras cuatro suplementarias “en caso de necesidad”- para que emergiera el complot entre El Kremlin y Caracas.

Hijos, y “las pavitas” con que estos tienen romances y “los panas” de la familia -tanto de Chávez como de Maduro- han usado la isla como sitio de esparcimiento para “gozar la vida” a plenitud en sus arenas blancas y rosadas y el paisaje paradisíaco.

Sin embargo, hoy La Orchila tiene un destino menos jolgorio y más siniestro. Podría ser el punto desde donde Rusia, a través de la base aérea venezolana “Antonio Díaz”, ponga tranquilamente su mira en Estados Unidos.