Inicio Cuba La Serie de los Desconocidos: otra temporada del béisbol en Cuba

La Serie de los Desconocidos: otra temporada del béisbol en Cuba

MIAMI, Estados Unidos. — El cuarto lugar obtenido por el Team Asere en el cuarto Clásico Mundial de Béisbol no puede enmascarar una realidad por todos conocida: la Serie Nacional es un espectáculo venido a menos y carente del brillo que antaño ofrecían grandes luminarias de ese deporte que, por fuerza mayor, se veían obligados a jugar en la isla.

Si en el Clásico los peloteros cubanos que se desempeñan en Grandes Ligas y otros circuitos profesionales salvaron las castañas del fuego al equipo confeccionado por la Federación Cubana de Béisbol (FCB), el torneo doméstico que acaba de comenzar parece no tener remedio.

Aunque todavía destacan algunos atletas conocidos —casi ninguno estrella—, la mayoría de los peloteros que intervendrán en el certamen son jóvenes que probablemente escaparán de la isla al primer chance que tengan.

Si el experimento de la llamada Liga Élite del Béisbol, en el que se concentró la calidad por regiones, se jugó prácticamente bajo el sol y a gradas vacías, poco o nada se puede esperar de una Serie que, en su edición 62, echará mano de atletas que en la mayoría de los casos no superan los 25 años.

Ciertamente, la existencia de un campeonato con representación de cada provincia responde a la condición de deporte nacional que ostenta el béisbol, la friolera de 16 equipos parece exagerada para el nivel actual.

Para esta temporada, el formato de competencia es similar al del año anterior y sin refuerzos para la postemporada. Clasificarán los ocho primeros equipos a los cuartos de final y se eliminarán en series al mejor de siete juegos hasta llegar a la instancia decisiva.

Dando por hecho que la calidad de la Serie la determina el talento, este certamen debe ser peor que el de 2022 y, seguramente, mejor que el que le sucederá, y así hasta que se extinga el modelo castrista implantado para el béisbol, que solo funcionó cuando los peloteros de la isla, sin opciones de viajar al extranjero por cuenta propia, tenían que echar sus mejores años en Cuba.