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Las famosas remesas gallegas

Foto Cubahora

LA HABANA, Cuba.- Jamás la prensa castrista ha mencionado, como se lo merece, aquellas remesas gallegas surgidas a partir de 1906, cuando Cuba se recuperaba gracias a los beneficios que proporcionó Estados Unidos durante sus casi tres años de ocupación militar.

Sin odios ni rencores, y respetando el comercio y la industria en manos de los españoles, terminada la guerra contra España fueron muchos los peninsulares que decidieron permanecer en Cuba. Ni siquiera eran mal vistos, en respeto a la prosperidad que se deseaba para una Isla destruida por la guerra, con sus arcas vacías.

Como bien dice la historiadora María del Carmen Barcia, entre todos los centros regionales españoles existentes en Cuba, el Centro Gallego pudiera ser el más importante por su “proyección social modernizadora”. Fue la emigración más numerosa llegada a la Isla entre 1882 y1930, y tuvo, desde sus inicios, no sólo su propio centro de salud con eminentes médicos, sino además una gran ayuda sobre todo para los más necesitados.

Recién terminada la intervención norteamericana, este centro regional ya poseía un buen capital en oro para cubrir el costo de los pasajes y dar socorro a sus asociados. En 1906 se creó una caja de ahorros bajo el mismo nombre, una entidad bancaria con un fondo que ascendía en 1914 a más de 3 000 pesos en oro de Estados Unidos, todo producido por una inmigración compuesta por trabajadores, tanto en la producción como en los servicios. Un verdadero flujo migratorio que no se detenía.

La entidad era la encargada de enviar giros de los inmigrantes gallegos a sus familiares radicados en ciudades y fincas de Galicia, préstamos para obreros, clases de superación nocturna para gallegos de bajo nivel educacional, así como escuelas de oficios para los recién llegados a la Isla.

Fueron esas famosas remesas las que contribuyeron al mantenimiento de las familias más pobres de ese país.

Un dato curioso es que ese centro regional compró en 1906 el Teatro Nacional, antiguo Tacón, y hoy Alicia Alonso, más todos los edificios de dicha manzana por valor de 525 000 pesos oro. Así surgió el Centro Gallego, uno de los edificios más bellos de La Habana, justamente frente al Parque Central y construido en sólo ocho años. La primera piedra fue colocada el 8 de diciembre de 1907.

Pero de toda la historia de la inmigración gallega lo que más sobresale fueron aquellas remesas enviadas a familias que aún no podían viajar a Cuba. Remesas que se mantuvieron vigentes hasta muchos años después.

Hoy, es sabido por todos, se repite la historia, pero a la inversa: son los cubanos de origen español que han logrado escapar del castrismo y radicados en España, quienes envían remesas para contribuir a la precaria alimentación que sufren los cubanos bajo la dictadura castrista.

Fuente consultada: Capas populares y modernidad en Cuba -1878-190-, María del Carmen Barcia, Ciencias Sociales, 2009.