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¿Las ideas del Che están vigentes en Cuba? Cubanet

Cartel del Che Guevara (Twitter)

LA HABANA, Cuba.- Abundan los historiadores y especialistas en la materia que insisten en destacar las discrepancias que existían entre el Che Guevara y Fidel Castro en el momento en que el mítico guerrillero salió de Cuba a hacer la revolución en otras tierras.

Al comenzar la segunda mitad de los años sesenta ya había algunos indicios de que Castro deseaba estrechar sus vínculos con Moscú. La prueba concluyente de ello fue el apoyo del máximo líder a la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968. Y tal vez el Che hubiese sido un estorbo para semejante propósito, pues eran conocidas las críticas de Guevara hacia los procesos que tenían lugar en las naciones del bloque soviético, especialmente sus mecanismos económicos.

Los gobernantes cubanos siempre han negado esa confrontación, y argumentan que las ideas del Che conservan plena vigencia en Cuba. Ese discurso oficialista preside por estos días el aniversario cincuenta de la caída de Guevara en Bolivia.

En el plano económico señalan la importancia que el Che le daba a la planificación, su exhortación a disminuir los costos de producción, así como otros detalles que identificarían al finado guerrillero con la actual práctica económica en la isla.

Sin embargo, semejante punto de vista esquiva la esencia del problema: la utilización de ciertas palancas del mercado en la economía. Porque no hubo crítico más acervo del mercado que el Che Guevara. Su Sistema de Financiamiento Presupuestario presuponía una economía centralizada por completo, sin la presencia de la ley del valor, donde primaran los estímulos morales, y nadie estuviese interesado en obtener ganancias, ni siquiera los empresarios estatales.

Incluso, llegó a oponerse al sistema de pago a destajo a los trabajadores. A pesar de que le reconocía al destajo su contribución al aumento de la productividad del trabajo, lo desechaba al considerar que iba en contra del desarrollo de la conciencia del hombre.

Entonces, de ser ciertamente los restos del Che los que se guardan en el mausoleo de la ciudad de Santa Clara, imaginamos que no hallen reposo ante el panorama que exhibe la actualización del modelo económico que lleva a cabo el gobernante Raúl Castro.

El Che se horrorizaría ante la Ley de Inversión Extranjera, el trabajo por cuenta propia, el intento de dar autonomía a las empresas, así como el reconocimiento a ciertos espacios del mercado en documentos partidistas como los Lineamientos y la Conceptualización del Modelo Económico y Social. Un mercado en el que, según Guevara, solo podían encontrarse las “armas melladas del capitalismo”.

Pero, por supuesto, la situación cambia si miramos a la superestructura política e ideológica de la sociedad. En el tomo V del libro Che Guevara, escritos y discursos, publicado en Cuba en 1977, encontramos que en una fecha tan temprana como 1961, el entonces funcionario castrista apuntó lo siguiente: “Que el gran ejemplo movilizador de la agresión imperialista se convierta en permanente, es la tarea ideológica”.

Sin dudas, una lección bien aprendida por las autoridades cubanas. Para ellas siempre habrá bloqueo y amenazas imperiales. Es la mejor manera de mantener entretenida a la población.