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Los mayimbes se meten a mayomberos

(teamocuba.com)

LA HABANA, Cuba. – Para aumentar más su nivel de surrealismo y disparate, el gobierno continuista de Miguel Díaz-Canel, ante los tantos aprietos que enfrenta, parece decidido a meterse a mayombero.

Los mandamases ya no solo se desean aché en la Asamblea Nacional del Poder Popular, sino que acaban de aceptar gustosos, de manos de  los babalaos oficialistas de la Asociación Cultural Yoruba, la mpaka, un tarro de buey, supuestamente con poderes y visión, destinado al caldero de la nganga del mayombero.

La entrega de la mpaka, en este caso con la enseña nacional, ocurrió el domingo 7 de julio, en Santiago de Cuba, durante la clausura de la Fiesta del Fuego, un evento anual que celebra las tradiciones afrocaribeñas. La recibió Alpidio Alonso, ministro de Cultura, para entregársela al presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Miguel Díaz-Canel.

Se vio en el noticiero de la TV cuando el ministro Alpidio Alonso recibió la mpaka. Había que ver aquello. La escena no tuvo desperdicio. El ministro de Cultura se dio un buche bien largo de la chamba, directamente de la botella que sostenía en su mano el babalao mayor de la Asociación Cultural Yoruba, y lo que no se le fue por el gaznate, lo roció, generosamente mezclado con su saliva ministerial y marxista-leninista-fidelista, sobre el tarro de buey.

Mostró maña el ministro. Pareció que lo había hecho otras veces. Poco faltó que se retorciera, meneara la cabeza y exclamara: ¡Brrr, siá carajo!…

A Alpidio Alonso se le aguaron los ojos, no se sabe si de emoción o por la pólvora de la chamba…Va y hasta rogó poder hacer unos cuanto poemas que valgan la pena, que se puedan mostrar y hasta publicar, para tener una obra que lo respalde y represente, porque como su antecesor Abel Prieto debe haberle explicado, un ministro de Cultura sin obra publicada, solo con papeleo burocrático, es algo poco serio.

Según mostró en Telesur la periodista Fabiola López, hubo también durante la Fiesta del Fuego, un hougan (sacerdote) del vudú presto a socorrer a los que acudieran a él. Y no dude usted que algunos de ellos llevaran en el bolsillo el carnet rojo del PCC, además de la prenda para protegerse de un explote por corrupción y desvío de recursos del estado.

¡Ay, Lidia Cabrera, Fernando Ortiz, Taita Arcadio, Clavelito y José Guayacán! ¿Quién se los hubiese dicho?

No sé los santeros, ganguleros y paleros que sirven al régimen y esos compatriotas que se han vuelto tan olvidadizos para lo que les conviene, pero a mí que no se me ha olvidado la época en que los practicantes de la santería tenían que esconder el Elegguá y los collares y negar sus creencias en cuanta planilla cuéntame tu vida les pusieran por delante, cuando en las revistas El Militante Comunista y Moncada  dedicaban fieros ataques basados en el materialismo científico a las creencias de origen africano, tachándolas despectivamente de “atrasados y antisociales rezagos del pasado”, se me hizo muy difícil de asimilar la escenita tan folklórica del ministro y la mpaka destinada al presidente del Consejo de Estado y de Ministros.

Va y Díaz-Canel, con tantos problemas como tiene que solucionar, sobre todo el de rectificar los errores que se vienen arrastrando por décadas, a ver si se logra enderezar la economía, sabe qué hacer con la mpaka.

El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros no se cansa de repetir que es continuidad de Fidel, y según dicen, el difunto Máximo Líder se hizo en África un súper-curralo y tenía una súper-nganga, con la pata de un elefante y todo…

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