Inicio Cuba Nonardo Pereira: «el erotismo en Cuba puede ser eliminado con la 349»

Nonardo Pereira: «el erotismo en Cuba puede ser eliminado con la 349»

Nonardo Pereira. Foto del autor

LA HABANA, Cuba.- La trilogía Vulgarmente clásica, del cubano Nonardo Pereia fue expuesta del 28 al 30 de septiembre en el Festival Gente Erótica, en Italia.

Nonardo, que reside en La Habana, se opone al Decreto 349 y lo argumenta: “Mi obra se basa fundamentalmente en mi propio cuerpo. Tengo imágenes que chocan con lo que exige la ley. No se puede usar un pene o una vagina porque puede ser censurado”.

Refiere que conoció la convocatoria del festival Gente Erótica a través de sus amigos Yanelis Núñez y Luis Manuel Otero Alcántara. “Es para artistas Queer, para gente que hace trabajos como yo, con el transformismo.”

Sobre Vulgarmente Clásica explica: “Es un proyecto en crecimiento, pero ya tenía hecha la trilogía que envié y me aceptaron”.

“Nunca pasé una escuela y no sé cómo en Cuba pudiera legitimar mi obra”, dice.

Nonardo es escritor. Ha publicado dos libros de narrativa, Vivir sin Dios y Donde el diablo puso la mano en las editoriales Extramuros y Mayabeque, respectivamente. Con Donde el diablo puso la mano ganó en 2012 el premio del Concurso Félix Pita Rodríguez. En 2017 ganó el premio Franz Kafka, de la República Checa, con Los amores ejemplares. También recibió el Premio de Poesía Ada Elba Pérez. A pesar de este curriculum, cuando intentó ingresar a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) el comité de selección no lo aceptó.

Tampoco lo aceptaron en la Asociación Hermanos Saíz (AHS). Le alegaron que es una organización para creadores jóvenes y él tenía 34 años.

Según el artista, lo que más pesó en el rechazo de la UNEAC y la AHS es que “escribía para sitios alternativos, como Havana Times, de donde es colaborador habitual (en Diario de Cuba lo que publica es narrativa). Ha escrito también en las revistas Voces, e Identidades.

“Escribo sobre temas sociales, cosas que acontecen alrededor mío. Nada fuerte políticamente, aunque aquí todo es política y todo es fuerte. Pero he visto cosas peores publicadas en Granma”, asegura.

Dice Nonardo que buscaba ingresar a la UNEAC para poder publicar en las editoriales con más facilidad y calidad, y poder revisar el correo en la sala de navegación de la organización, pero después se enteró que la UNEAC no funcionaba como creía. “Prefiero ir a un parque a conectarme en la wi-fi”, asegura.

Para Nonardo, “con la ley 349 el erotismo se va a ir a pique”. Recuerda al menos un concurso que puede desaparecer: “No sé qué harán con el Farraluque, por ejemplo, que es literatura, fotografía erótica, y donde hay obras que pueden ser censurables con esta ley”.

“La 349 nos va a afectar más a nosotros que somos independientes, considerados contrarrevolucionarios, por estar en contra de lo mal hecho, de la basura que no recogen, de la fosa reventada de la esquina, pero va a terminar afectándonos a todos”, afirma. “Por hacer arte, somos visto como lo peor”.

Antes de la 349 el sistema ya tenía razones para rechazar a Nonardo Pereia. “El pájaro (homosexual) no se esconde”, dice uno de sus amigos que ha presentado su obra en Alemania y que ha intentado introducirlo en el circuito de galerías estatales. “No fue a la escuela y para colmos es bueno en lo que hace. Su imagen puede ser para el gobierno machista y homofóbico que tenemos contrarrevolucionaria por sí sola”.

Nonardo Pereia tiene un único y gran argumento: “Tengo el derecho natural de recrear las situaciones que pasan en mi vida y a mi alrededor. Estoy pasando por esta vida y eso nadie puede negármelo”.