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Open Estudio muestra artistas censurados del Quinquenio Gris

Foto cortesía del autor

LA HABANA, Cuba.- Espacio Aglutinador, de la artista Sandra Ceballos, cambió la estrategia para su cuarta exposición del proyecto “Malditos de la Posguerra” y mantuvo el estudio abierto de 10 de la mañana a 4 de la tarde. La muestra más reciente culmina este martes 21 de agosto.

Desde las Catacumbas estuvo dedicada a una pequeñísima selección de los artistas de los 60 y 70 que fueron discriminados por muchas razones en el circuito de promoción de la época”, contó a CubaNet la también curadora de la exposición; y aunque no fueron los únicos, ni el tiempo ni el espacio le acompañan, por lo que el criterio de curaduría estuvo condicionado por “los que tuve el honor y el privilegio de conocer y que de primera mano me dieron la información, excepto el caso de Heriberto Manero, de quien hablaron sus alumnos, aquellos que asistieron al famoso taller de Manero que se hizo en Playa, por allá por la década del 80. Fue un taller muy alternativo al que iban jóvenes que no se habían graduado de escuelas de arte y otros de San Alejandro”.

En esta entrega Sandra Ceballos narró sobre su relación personal con los otros tres artistas que incluyó en la muestra. “Manuel Vidal fue un artista que me guió por el camino de las artes visuales cuando yo era muy jovencita. Él estaba siempre metido en su casa, por lo que las instituciones pasaban de él. Sin embargo, Antonio Vidal, el hermano, sí fue más divulgado”, y atribuye el silencio alrededor del artista a su personalidad “retraída, por razones que ni él mismo sabía”, aseguró.

Ceballos recordó la exposición personal que le hizo ella misma en Aglutinador en el año 1994. “A mí siempre me pareció una injusticia, pues fue uno de los primeros en hacer expresionismo en Cuba”, y habla de los dibujos que expuso en el 94 que fueron realizados por Manuel Vidal en la década del 50. Según Ceballos “él tenía que estar incluido en Malditos de la Posguerra, pues el Museo de Bellas Artes vino a interesarse por sus obras cuando ya estaba en sus últimos años de vida”.

Foto cortesía del autor

“A Chago todo el mundo lo conoce”, comentó sobre otro de los exponentes. “Chago Armada fue censurado del periódico Revolución por su personaje de Salomón”, y el testimonio de lo que le sucedió está de su puño y letra en la sala de Aglutinador.

“Él pasó por todo ese período de discriminación porque hacía cuestionamientos existenciales, metafísicos, y no correspondía con el tipo de filosofía que se llevaba a principios de la revolución. Ahora con la nueva Ley 349 sería censurado porque su parte erótica era casi pornográfica”, aseguró Ceballos.

Sandra habló también de Jesús González de Armas, del que ha contado en varias ocasiones su historia, de cómo murió en el exilio. Aunque “en un momento estuvo muy activo” e imagina que fue silenciado por algún cambio de funcionario en la institución donde si el artista no cae bien lo eliminan para toda la vida.

Por último, “Guido Llinás todo el mundo sabe que era gay”, del cual no le cabe la menor duda del motivo de su discriminación. “Hacía un expresionismo abstracto lo cual no se correspondía tampoco. No hacía una representación del proceso revolucionario, era más bien un arte burgués. Emigró a París y murió en el exilio. Yo estuve en su casa en el 95 y me contó la historia”, aseguró la curadora.

“Algunos de los artistas de Desde las Catacumbas ya son colección del Museo Nacional de Bellas Artes, como es el caso de Manuel Vidal y de Chago, pero pasaron toda la vida sufriendo discriminaciones y censuras. Está muy bien lo que hizo el Museo, en algún momento tenía que pasar, pero debió haber sido antes”.

No obstante el gesto de Bellas Artes, Sandra Ceballos cree que aún el Museo excluye a Manero, del que no sabe a ciencia cierta si existirá alguna de sus piezas en los almacenes del templo del arte cubano. Y hasta ahora es que a Jesús de Armas se le prepara una retrospectiva en las Bellas Artes de Cuba.