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Profesionales cubanos en Brasil reaccionan al cierre de programa Más Médicos

Médicos cubanos en el programa Más Médicos en Brasil. Foto Diario do Poder

LA HABANA, Cuba.- La noticia le cayó como un balde de agua fría a Henry Cobas (así lo presentaremos), uno de los tantos jóvenes galenos que decidió permanecer en Brasil, mientras Cuba salía vergonzosamente del programa sanitario Más Médicos, debido a las “inaceptables” exigencias del nuevo presidente de Brasil.

Desde el pasado miércoles, el gobierno federal del gigante suramericano anunció, a través de Mayra Pinheiro, Secretaria de Trabajo y Educación en el Ministerio de Salud brasileño, el cierre de forma permanente del programa de colaboración médica, que será sustituido por otro, aún en fase de planificación.

En noviembre de 2018 Cuba decidió salir del proyecto diseñado por el Partido de los Trabajadores (PT) en el 2013, al no aceptar las condiciones del en ese entonces recién elegido gobernante, Jair Bolsonaro: la entrega íntegra de los salarios a sus profesionales cubanos, quienes solo recibían un 30% de los honorarios pagados por Brasil; la reválida de los títulos médicos; y la posibilidad que cada uno de los galenos estuviera, por el tiempo que durara la misión, con su familia en el país sudamericano. A quienes abandonaron el programa Bolsonaro les ofreció asilo político, y la posibilidad de integrarse una vez comprobaran sus conocimientos ante las autoridades médicas brasileñas.

Mayra Pinheiro, a través de varios audios que compartió vía WhatsApp con los doctores cubanos que permanecieron en el país, prometió que su situación tendría un trato preferencial, abriendo de esa manera la posibilidad de regresar al programa mientras se preparaban para la reválida, un complejo examen que incluye tres pruebas (dos teóricas y una práctica), además de una comprobación de conocimientos en lengua portuguesa.

La Secretaria de Trabajo y Educación del Ministerio de Salud brasileño también les hizo llenar un formulario a los galenos cubanos, con el objetivo de tramitar apropiadamente su situación. Mas, el último comunicado, ofrecido por Pinheiro a la prensa, ha desvanecido todas las promesas que tanto alentaron a los profesionales cubanos.

“Todos teníamos esperanzas en poder ejercer nuestra profesión. Trabajar en lo que es nuestra vocación y para lo que fuimos formados, esta vez de forma independiente, sin intermediarios, y ganando un salario digno. Todo esto quizás en un futuro próximo, revalidar y demostrar nuestra competencia. Por lo menos esos eran los planes. La noticia del cierre fue una cuchillada a nuestros planes y esperanzas”, declaró Cobas a CubaNet.

A pesar de todo, Cobas nunca creyó que el mandatario brasileño fuera un “emancipador de esclavos”. “No soy tan ingenuo, sabía que era un juego político, aunque pensé que sí honraría sus promesas, cosa que evidentemente no hizo”.

Más de 2000 profesionales cubanos aceptaron la oferta y “abortaron” de la “misión solidaria cubana” en Brasil, con el sueño de una vida próspera, a sabiendas de no poder abrazar a sus familiares durante ochos años, y de comenzar a ser tildados por su propia nación como “traidores”.

Eisara Estévez Escalona, doctora cubana que actualmente vive en Sao Paulo y trabaja de forma independiente en Más Médicos, señala sentirse decepcionada con esta noticia, aunque –afirma- no esperaba nada bueno de Bolsonaro. “Él nos desprecia. Una vez dijo que éramos parásitos”.

“La noticia a mí, que soy bastante realista, en un primer momento me impactó, pero era algo que se veía venir, porque la supuesta oportunidad de trabajar como médicos fue prorrogada varias veces”, sostiene otra doctora, quien pidió identificarse como Brasileña González.

“En las redes sociales se percibe que todos estamos muy disgustados, lógicamente, la mayoría esperábamos otra cosa. Pensé que, por lo menos, iba a cumplir con el tema de la reválida. Y no fue así. Uno se siente como ultrajado, humillado, despreciado. El gobierno de Cuba que nos explota y nos humilla. El gobierno de Brasil nos desprecia y nos humilla también”, refirió Cobas.

Por otra parte, González no se siente traicionada ni engañada por el estadista de ultraderecha. “El Presidente lo único que nos prometió fue asilo para quien lo solicitara, y eso se ha cumplido al pie de la letra. Todo cubano que se ha dirigido a la Policía Federal para regularizar su estatus migratorio lo ha conseguido sin peros y sin trabas”.

El tema laboral, sin embargo, constituye un dilema para muchos de los cubanos que apostaron por una nueva vida en el gigante suramericano.  “Actualmente no trabajo –sostiene González- porque se nos ha hecho bastante difícil encontrar dónde. He buscado para trabajar en lo que sea, porque es el precio de la libertad, prefiero limpiar piso y ser libre que ser médico y esclava de un gobierno que cada día se enriquece más, y que tiene 12 millones de cubanos sumidos en la pobreza”.

Comentarios dejados en la red social. Foto cortesía del autor

Henry, en cambio, ha corrido con más suerte y obtuvo un empleo de dependiente en una farmacia. “El salario no es gran cosa, pero da para pagar las cuentas. Mi esposa sigue sin empleo. Tenemos algunos amigos brasileños que nos han demostrado mucha solidaridad, quieren ayudar con todo, pero a mí la caridad me da vergüenza. Prefiero que alguien me ofrezca un trabajo a que me regale dinero”.

Tras la salida de Cuba del programa que ofrece atención médica en comunidades de difícil acceso, el gobierno de Brasil lazó una convocatoria a sus galenos para llenar las más de 8000 vacantes. El próximo 18 de febrero vencía esa convocatoria, en la que aún quedan alrededor de 800 plazas, esa era la oportunidad de los cubanos que permanecían en el país de retornar sus actividades como profesionales de la salud.

La Secretaria de Trabajo y Educación del Ministerio de Salud brasileño afirmó que el último ciclo de vacantes abiertas se cerraba esta semana, y que no harían nuevas convocatorias. La antes solidaria secretaria alertó ahora a los galenos extranjeros a no presentarse, pues no serían aceptados. Este dramático giro en los acontecimientos sembró el desconcierto en muchos médicos cubanos, quienes depositaron en Pinheiro todas sus esperanzas.

“Ya solo faltaba que escogiéramos los municipios en los cuales íbamos a trabajar”, lamenta la doctora Yamileydis Barrios Piedra, “y sin ningún tipo de culpabilidad decidieron cerrar el programa. La respuesta a nuestras inquietudes es que Brasil funciona así, estaban analizando apenas una ayuda para nosotros, pero ya sabemos que no existe”.

Carta enviada a Mayra Pinheiro, Secretaria de Trabajo y Educación del Ministerio de Salud brasileño por un médico cubano solicitando ayuda. Foto cortesía del autor

Yamileydis tuvo que mudarse para otra ciudad para abrirse camino, pues donde siempre laboró no encontró una mano amiga. “Pienso que todos, al igual que yo, estamos estirando nuestro último salario. Todo se ha agotado, de seguro el mes próximo me encontraré en una terminal, o qué sé yo. No tengo ni idea del rumbo que irá a coger mi vida”.

Henry, González y Yamileydis siguen empujando hacia adelante en un país que parece haberles dado la espalda, y lo hacen por aquellos que lo merecen, sus hijos, que aún permanecen en Cuba. Por ellos enfrentan la soledad, las humillaciones y las incertidumbres. Estos cubanos cargan, orgullosos, el precio de la libertad, y mantienen en mente la salida ideal.

“Creo que la mejor salida que nos queda es el PAROLE, pero tampoco depende de nosotros. Así estamos: varados, indignados, decepcionados. Pero créanme que más resueltos que nunca a ser libres. Esa perspectiva no ha cambiado”, concluyó Cobas.