Inicio Cuba Que el gobierno cubano se abra al mundo y al pueblo cubano

Que el gobierno cubano se abra al mundo y al pueblo cubano

Miguel Díaz-Canel, Primer Vicepresidente cubano y Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (granma.cu)

Miguel Díaz-Canel, Primer Vicepresidente cubano y Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (granma.cu)

LA HABANA, Cuba.- El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Unión Europea y el gobierno de Cuba fue suscrito en Bruselas el 12 de diciembre, después de dos años de negociaciones. Simultáneamente el Consejo Europeo derogó la Posición Común adoptada en 1996, siempre rechazada por el gobierno cubano. Precedida por la política proactiva del presidente Obama, se eliminan los pretextos para justificar todos los fracasos del sistema, aislar y reprimir a la población.

Las condiciones para Cuba progresar económicamente avanzaron al unísono con estos procesos, mediante las cancelaciones de deudas, los asesoramientos, la formación de especialistas, las inversiones, la asistencia al desarrollo local y los llamados al levantamiento del embargo norteamericano. El notable incremento de visitantes impulsa la industria turística, irradiando hacia los cuentapropistas, y las actividades culturales rompen las estrechas fronteras marítimas. Muchos problemas aguardan solución, como la libre contratación de los trabajadores, la eliminación de las restricciones a la iniciativa privada, la participación de la población en la toma de decisiones y el respeto a todos los derechos humanos. El gobierno cubano tiene el deber y todas las oportunidades para abrir Cuba a su pueblo, mientras todos los cubanos tienen el derecho y el deber de ejecutar el definitivo avance.

Las relaciones diplomáticas entre el gobierno de Cuba y la Unión Europea datan de 1988, pero los países miembros (actualmente 28) habían establecido los nexos bilaterales en el curso del siglo XX. En 2002, se negociaba un acuerdo de colaboración y en 2003 se abrió la representación en La Habana. La condena por la UE a la asonada represiva, que encarceló a 75 en prisioneros de conciencia ese año, originó la hostilidad de las autoridades cubanas. En 2008, la UE propició el acercamiento con el nuevo presidente, Raúl Castro, que anunciaba “cambios estructurales y de conceptos” en el país.

Las negociaciones para alcanzar el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación UE-Cuba se extendieron desde abril de 2014 a la séptima reunión en 11 de marzo de 2016; el documento inicialado fue sometido a las diferentes instancias de la UE para su aprobación. El Acuerdo suscrito por la Alta Representante de Política Exterior Federica Mogherini y el ministro de Asuntos Exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, el 12 de diciembre, se aplicará de manera provisional una vez finalizados los procedimientos jurídicos de la UE. Paralelamente, se presentará al Parlamento Europeo, los parlamentos nacionales de los Estados miembros y la Asamblea Nacional del Poder Popular cubana para su ratificación. Los derechos humanos fueron abordados en junio de 2015 y 2016 en Bruselas y La Habana, respectivamente, por el representante especial de la UE para los Derechos Humanos, Stavros Lambrinidis, y el viceministro Abelardo Moreno.

El acuerdo consta de tres capítulos principales: el diálogo político sobre los derechos humanos, las armas de pequeño calibre y el desarme, la migración, las drogas, la lucha contra el terrorismo y el desarrollo sostenible, entre otras; la cooperación y diálogo sobre los derechos humanos, la gobernanza, la sociedad civil, el desarrollo social y económico, el medio ambiente y la cooperación regional; y el comercio, según ha informado la UE. Aún no se conoce el texto del acuerdo.

La UE es el principal exportador a Cuba y el segundo socio comercial (por detrás de Venezuela que incluye el servicio de médicos, etc.). En 2015, las exportaciones de bienes ascendieron a 2 200 millones de euros, y las importaciones a 540 millones de euros, fundamentalmente minerales, azúcar, bebidas y tabaco. También resulta el mayor inversor extranjero (principalmente en el turismo, la construcción, las industrias ligeras y la agroindustria) y aporta un tercio de los turistas.

La cooperación al desarrollo de la UE se retomó en 2008, y hasta 2014 asignó unos 90 millones euros a los sectores de seguridad alimentaria, respuesta frente a huracanes y preparación para casos de desastre, medio ambiente, cambio climático y energía, cultura y patrimonio, apoyo a la modernización socio-económica y capacidades de gestión.

Adicionalmente se asignaron 50 millones de euros para apoyar el desarrollo del país entre 2014-2020 en agricultura sostenible y seguridad alimentaria (21 millones de euros); medio ambiente, para un mejor uso de los recursos naturales clave para el desarrollo sostenible (18 millones de euros); la modernización económica y social (10 millones de euros) y medidas de apoyo (1 millón de euros). Además, se destinaron 5 millones Euros a proyectos sociales (apoyo a grupos vulnerables) y proyectos culturales (incluido el patrimonio).

Cuba participa también en los programas regionales de la UE para América Latina, Al-Invest (internacionalización de las PYMES), COPOLAD (apoyo a la cooperación en materia de política antidroga), EUROCLIMA (integración de las estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático) y Erasmus + (facilitación de la movilidad educativa y del desarrollo de las capacidades de las instituciones académicas; la Universidad de La Habana cuenta con una Cátedra Jean Monnet). El Programa de Intercambio de Expertos (con un presupuesto de 3,5 millones de euros en el período 2014-2017) ha financiado más de ochenta actividades con participación de 1 200 funcionarios cubanos y unos cincuenta expertos o funcionarios públicos de Europa y otros países en los ámbitos de la descentralización, las políticas públicas, la administración tributaria, las inversiones extranjeras y el comercio exterior, contribuyendo a la Estrategia 2030 de desarrollo de Cuba y acompañando el proceso de “actualización” del modelo socioeconómico del país (datos de la Embajada de la UE en La Habana).

Asimismo, el servicio de respuesta humanitaria de la Comisión Europea ha proporcionado ayuda de emergencia a Cuba desde 1993, para apoyar a la población afectada por las catástrofes naturales por más de 94 millones de euros, y 6 millones de euros a la preparación para casos de desastres, como la reducción del riesgo sísmico, sistemas de alerta temprana hidrometeorológicos o resiliencia frente a las sequías (datos de la Embajada de la UE en La Habana).

Las autoridades cubanas difícilmente podrán reinstaurar el aislamiento de la población, cuando las compañías aéreas en vuelos directos transportan hacia toda Cuba a cientos de miles de visitantes y llevan a cubanos a sitios antes imposibles en Estados Unidos, Google abre poco a poco el acceso a Internet, y la Unión Europea, Canadá, Japón y otros países esparcen su cultura, cooperación, inversiones y turistas. La diversificación de relaciones puede contribuir a la verdadera soberanía sin dependencia de Venezuela, Rusia o China. Ciertamente, el gobierno cubano ha negociado impelido por los problemas económicos en la etapa de retirada de la “generación histórica”, y fomenta el temor de los empresarios extranjeros a reclamos sobre el respeto a los derechos humanos, aunque ha tenido que dialogar al respecto. El camino es aún largo y difícil para los cubanos, pero pueden andar.